SER SENSUAL
Ser sensual en esta sociedad sujeta a la imagen se ha tornado
en un aparente impedimento social cuando una mujer
desea llamar la atención de los demás.
Cada vez mas y mas este mundo globalizado nos ofrece recetas
y productos para alcanzar la sensualidad y
ser el blanco de las miradas ajenas.
Pero de como realmente lograrlo depende mucho de nuestra percepción
y de nuestro estado de ánimo.
La verdadera sensualidad está en nuestras cabezas
y solo tenemos que dejarla fluir para conquistar el mundo.
Para ello debemos desactivar cualquier resorte inhibitorio
y explotar nuestro costado femenino en toda su amplitud.
La sensualidad está íntimamente unida con
la voluntad de sentirse deseada, atraer a los hombres,
hacer notar su presencia frente a ellos ya de por si
genera una actitud positiva para sentirse una mujer sensual.
El estado de ánimo correcto deja salir toda la energía femenina.
La mirada es por excelencia, el canal por donde corre
todo lo de sensual que hay en una mujer.
Los ojos expresan un sin fin de estados de ánimos,
sentimientos, sugerencias, propuestas silenciosas, etc.
Una mirada intermitente acompañada de los recursos
de las cejas y de los párpados es capaz de derretir
a una docena de hombres en un minuto.