La rana pensaba agarrarse a la caña por la boca.
A su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su travesía.
Al poco rato, pasaron por una pequeña ciudad y
los habitantes de allí salieron para ver el inusitado espectáculo.
Alguien preguntó ¿A quien se le ocurrió tan brillante idea?
Esto hizo que la rana se sintiera tan y
con tal sentido de importancia que exclamó
A MÍ!
Su orgullo fue su ruina, porque el momento en que abrió la boca,
se soltó, cayó al vació y murió.
Hay ocasiones en que la falta de humildad o el exceso de orgullo,
pueden echar abajo planes excelentes.