Cada mañana al despertar
Me empiezo a tocar
Preguntándome porque a mi me a pasado esto y no a alguien mas
Mírame ahora sin un seno con miedo a horrorizar
Sin un cabello de esa melena que me podía encantar
Cono es que dios permite eso, empiezo a reclamar
Mirando las ojeras bajo esos ojos donde unas lagrimas comienzan a brillar
Todos dicen no te dejes vencer, tienes que luchar
Y yo solo pienso como hacer eso
Cuando ya no tienes fuerzas ni para caminar
Y cuando te miras al espejo es muy difícil vislumbrar a esa mujer
Que en ese reflejo solía encontrar.
Ahora solo veo una mujer desconocida, que no me gusta y no quiero recordar
Voy a mandar tirar todos los reflejos que en este cuarto pueda hallar.
Pero en medio de estos pensamientos solo esa voces son las que me hacen reanimar
Son mis hijos que acaban de despertar,
Tal ves son los Ángeles que dios me a mandado
Para que yo tenga ánimos de enfrentar esta maldita enfermedad.
Roció Hernández Hernández