Cásate y da la vida por ella
El Arzobispado de Granada sigue en sus trece. "Le corresponde a la mujer llevar al hombre al encuentro de su virilidad, de su paternidad y del ejercicio de la autoridad. Este papel del hombre, digámoslo así, anda un poco extraviado". Así se oferta Cásate y da la vida por ella. Hombres de verdad para mujeres sin miedo, la segunda parte del polémico Cásate y sé sumisa, ambos de la periodista italiana Costanza Miriano.
La editorial Nuevo Inicio, propiedad del Arzobispado de Granada, ya cuenta en su catálogo online con la segunda parte del díptico dedicado al matrimonio. A pesar de la tormenta generada por la edición del primer tomo, desde el Arzobispado de Granada se afirma de nuevo que no ven razones para retirar del mercado la publicación. De hecho, estas mismas fuentes señalan que el libro Cásate y sé sumisa -en el que se pueden leer frases como "echo dolorosamente de menos aquellos tiempos en que los maridos aparecían solamente a la hora justa preguntando "¿qué hay de comer?": menos colaboración, quizás, pero también muchas menos complicaciones" o "ninguna de mis amigas está preocupada porque se le haya impedido abortar confortablemente en su propia casa"- lleva varios meses a la venta.
Por su parte, IU ha comparado al arzobispo de Granada, Javier Martínez, con el imán de Fuengirola condenado por incitar a la violencia sexista tras la edición por parte del Arzobispado del libro titulado "Cásate y sé sumisa".
El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, ha anunciado en rueda de prensa que han pedido que la Fiscalía acuse al arzobispo de un delito de apología de violencia de género por publicar el "infame" libro de la italiana Costanza Miriano, que enseña a la mujer "obediencia leal y generosa, la sumisión".
El imán Mohamed Kamal Mostafá, que pasó tres semanas en prisión, había sido condenado a un año y tres meses por publicar un libro en el que explicaba cómo pegar a una mujer sin dejar rastro.
Maíllo ha señalado que, aunque no lo parezca, los "escándalos" del imán y el arzobispo son los mismos, y les ha atribuido una "actitud reaccionaria, retrógrada y de otro tiempo de oscuridad" que la sociedad andaluza, en su mayoría, "no va a permitir que se abra camino"