TECNICA DE AUTOAYUDA
El Jin Shin Jyutsu emplea muchos conceptos de la medicina tradicional china pero los integra en un sistema sencillo para que cada uno pueda mejorar su salud.
Según CHAOKI EL AHEL, que es el introductor y pionero del Jin Shin Jyutsu en España, “lo extraordinario de esta práctica oriental es que la persona tiene en sus manos todos los elementos necesarios para equilibrar su propio ser a todos los niveles:físico, mental e incluso espiritual; algo que le permite conocerse en profundidad, hacer frente a las emociones y problemas cotidianos y elegir la armonía como su estado natural de vida”.
Los ejercicios de autoayuda que vamos a citar a continuación (estos fueron publicados en la revista “Cuerpo y Mente” por Chaoki), no requieren de una preparación especial.Tan sólo hay que abrir la mente a los beneficios de su práctica, respirar de forma relajada, dejar que las manos y los dedos permanezcan por unos minutos en contacto con los puntos del cuerpo indicados y procurar realizar los ejercicios con cierta regularidad. Su práctica continua promueve además cambios en el estilo de vida de modo que esas tensiones no vuelvan a instaurarse.
PRIMERO RESPIRAR
La respiración armoniza el cuerpo a múltiples niveles. Se colocan los brazos cruzados, las manos bajo las axilas y los pulgares por delante. Se comienza con una exhalación desde la base del cráneo, subiendo por la cabeza y bajando por el cuerpo hasta los pulgares de los pies. Se repite lo mismo pero recorriendo la parte de atrás. Deben hacerse 36 respiraciones conscientes.
DEDOS QUE CURAN
Para el Jin Shin Jyutsu cada dedo de la mano es capaz de desarrollar una infinidad de funciones, puede calmar y armonizar actitudes como la preocupación, el miedo, la ira, la tristeza y la falsa apariencia, que están en el origen de muchas enfermedades. Así se puede aliviar la preocupación en volviendo el dedo pulgar de la mano derecha o izquierda con la mano contraria (la izquierda representa el pasado y la derecha el presente); se puede combatir el miedo envolviendo el dedo índice; utilizar el dedo corazón para aplacar la ira; el dedo anular para vencer la tristeza y el meñique para evitar la actitud de pretensión. Basta con cinco minutos de práctica.