Por el pájaro enjaulado, por el pez en la pecera, por mi amigo que está preso porque ha dicho lo que piensa. Por las flores arrancadas, por la hierba pisoteada, por los arboles podados, por los cuerpos torturados, yo te nombro libertad. Por los dientes apretados, por la rabia contenida, por el nudo en la garganta, por las bocas que no cantan. Por el beso clandestino, por el verso censurado, por los miles exiliados, por los nombres prohibidos, yo te nombro libertad. Te nombro en nombre de todos, por tu nombre verdadero, te nombro cuando oscurece, cundo nadie me ve. Escribo tu nombre en las paredes de mi ciudad, tu nombre verdadero, tu nombre y otros nombres, que no nombro por temor. Por la idea perseguida, por los golpes recibidos, por aquel que no resiste, por aquellos que se esconden. Por el miedo que te tienen, por tus pasos que vigilan, por la forma en que te atacan, por los hijos que te matan, yo te nombro libertad. Por las tierras invadidas, por los pueblos conquistados, por la gente sometida, por los hombres explotados. Por los muertos en la hoguera, por el justo ajusticiado, por el héroe asesinado, por los fuegos apagados, yo te nombro libertad.