Te pido mi amor que cuando muera,
no derrames lágrima alguna por mi,
solo piensa en lo felices que fuimos,
mientras mi vida a tu lado existió.
Tampoco deseo que me lleves flores,
deseo reposo absoluto en el cementerio,
para estar en todo momento y en silencio,
pensando en lo tonto que fui al morir.
No me llames en tus noches de soledad,
pues no merezco volver junto a ti,
he muerto por culpa de mi ignorancia
y desde mi tumba lloraré por ti.
Autor: Joan