RESPIRAR LENTO ALIVIARIA EL DOLOR
Algo tan simple como respirar puede manejar las molestias físicas
Un estudio pequeño sugirió que algo tan simple como respirar lento ayudaría a manejar las reacciones físicas y emocionales al dolor moderado.
Los autores afirmaron que los resultados, publicados en la revista Pain, respaldan la idea de que los ejercicios de respiración similares a los del yoga y la meditación alivian el dolor crónico.
El estudio midió la respuesta al dolor de 27 mujeres con fibromialgia y 25 mujeres sanas.
Cuando ellas respiraban lento, disminuían sus reacciones a los estímulos moderadamente dolorosos, como pulsaciones de calor de un catéter sobre la palma de la mano.
El equipo dijo que el dolor era menos intenso y que las mujeres sentían menos malestar emocional cuando bajaban a la mitad su frecuencia respiratoria.
El beneficio fue mayor en las participantes sanas que en aquellas con fibromialgia.
De todos modos, los resultados sugieren que las técnicas de respiración podrían ser una forma extra de aliviar la fibromialgia u otros tipos de dolores crónicos, según el equipo de Alex J. Zautra, profesor de psicología de la Arizona State University, en Tempe.
“Lo más valioso es que pudimos poner bajo el microscopio un enfoque similar al del yoga y la meditación”, dijo a Reuters Health.
El estudio no evaluó la técnica del yoga ni la meditación, sino los efectos del control de la respiración, que es la base de ambas disciplinas. Según Zautra, los resultados serían los primeros en demostrar que “la forma en que respiramos” altera nuestra percepción y las respuestas al dolor.
El equipo está estudiando los efectos de la meditación “concienzuda” como tratamiento contra la fibromialgia.
Este síndrome se caracteriza por dolores generalizados en ambos lados del cuerpo y también en la parte superior e inferior, junto con otros síntomas, como fatiga, problemas de sueño y depresión.
Se desconoce su causa -no tiene signos físicos, como inflamación-, pero los investigadores opinan que genera problemas en cómo el cerebro procesa las señales de dolor.
“No se trata de ‘Todo está en tu cabeza’, sino en el cerebro”, dijo Zautra.
Respirar lento, explicó, equilibraría los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.
El simpático activa la respuesta “pelear o huir” ante el estrés, lo que eleva los latidos, la presión y la transpiración. Si el sistema simpático fuese el acelerador, el parasimpático sería el freno.
Aprender las técnicas de respiración sería muy útil para condiciones como la fibromialgia, aunque Zautra agregó que también lo sería para otros trastornos, como la osteoartritis y el dolor de espalda baja.
El ser humano es “altamente fuerte” en su capacidad de recuperación del dolor. “A veces, sólo necesita una pequeña ayuda”, finalizó el autor.
FUENTE: Pain, online 18 de enero del 2010.