Muchas veces los pensamientos negativos se apoderan de nuestra vida. El poder averiguar lo que realmente nos pasa será fundamental para evitar que las ideas erróneas que no tiene justificaciones reales gobierne nuestra estado de ánimo y nuestras reacciones.
Para ello, como primer paso, para no llegar a estar en un estado DEPRESIVO es fundamental que pueda determinar cuales de los siguientes pensamientos se ha apoderado de su ser:
- Pensamiento extremista: Es la caracterización de las cosas de forma absoluta, es bueno o es malo. Vemos todo como blanco o negro, sin dejar que ningún aspecto sea de término intermedio.
- Sobregeneralización: Considerar un acontecimiento puntual negativo como punto de partida de ilimitados desastres.
- Filtro mental: La persona se concentra en los hechos negativos y soslaya los positivos.
- Descartar lo positivo: Insiste en que sus logros o los aspectos positivos de su personalidad no tiene valor.
- Precipitarse en las conclusiones: En ausencia de pruebas definitiva, igual no duda en concluir que las cosas van mal. Presupone que las personas reaccionan negativamente hacia usted. Presiente que las cosas saldrán mal.
- Amplificación o minimalización: Exagera o resta la importancia a sus problemas.
- Razonamiento emocional: “siento que soy una tonta, así que debo ser tonta” o
- Afirmaciones hipotéticas: Se critica a usted o a los demás con frases como “debería…”, “no debería…”,”tendría que…”, “es su obligación…”, etcétera.
- Rotulación: En lugar de decir cometí un error se dice soy una estúpida.
- : Se culpa a usted misma de algo que no es de su entera responsabilidad o culpa a otras personas sin considerar su propia participación.
Ahora que conoce cómo funciona el mecanismo, haga una lista con sus pensamientos identifique a cuál de estas ideas corresponde y luego reemplácelos por otros más positivos y realistas.
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