No me des todo cuanto te pido,a veces sólo pido para saber hasta cuánto puedo tomar.
No me grites,te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mi también y yo no quiero hacerlo.
No des siempre órdenes...Si en vez de órdenes,a veces,me pidieras las cosas,yo lo haría más rápido y con más entusiasmo.
Cumple las promesas,buenas o malas...Si me prometes un premio dámelo,pero también si es castigo.
No me compares con nadie,especialmente con mis hermanos.Si tú me haces lucir mejor que los demás,alguien va a sufrír y si me haces lucir peor que los demás,seré yo quien sufra.
No cambies de opinión constantemente sobre lo que debo hacer,decídete y mantén esa decisión.
Déjame valerme por mí mismo,si tú haces todo por mí,nunca aprenderé.
No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por tí,aunque sea para sacarte de un apuro,me harás sentí mal y perder la fé en lo que me dices.
Cuando yo haga algo malo,no me exijas que te diga por qué lo hice,a veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estés equivocado en algo,admítelo.Crecerá la opinión que tengo de tí y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.
No me digas que haga una cosa que tú no haces,yo aprenderé siempre lo que tú hagas,aunque no lo digas,pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.
Quiéreme y dímelo,a mí me gusta oírtelo decir,aunque tú no creas necesario decírmelo.