No me acostumbro a tu ausencia
a esa ausencia que mata,
mata, voraz como alimaña,
todas mis ilusiones,
todas mis esperanzas.
Mientras las sombras acechan,
mientras la vida se escapa,
el dolor ya no duele,
es tu ausencia quien me mata.
Las lágrimas se diluyen
en noches de luna amarga,
en gélido silencio
en la soledad de mi alma.
)))Bruma(((