Crêpes de verduras
Las crêpes saladas son una forma divertida de presentar la comida que admite múltiples combinaciones. La más sencilla y muy sabrosa es hacerle un relleno de verduras combinado con una bechamel. Garibolo nos guía en los pasos a seguir:
Comenzamos preparando la base, esto es, las tortitas o crêpes:
200 gr. de harina
3 huevos
½ vaso de agua
1 vaso de leche
25 gr. (1 sobre) de royal.
Sal y pimienta
(Nota: Si dejamos reposar la masa cerca de una hora aún mejor)
Se baten todos los ingredientes, comenzando con la mezcla de la harina, el royal, la sal, la pimienta, la leche, los huevos y el aceite, hasta lograr una masa ligera y uniforme. Tras el reposo (si tenemos tiempo para ello) formamos tortas finas en una sartén que no se pegue o en una crepera con unas gotas de aceite.
Para el relleno:
½ kg. de champiñones
1 lata de pimientos de piquillo
3 puerros
1 cebolla
2 dientes de ajo
3 zanahorias
½ kg. de guisantes
4 pimientos verdes
Ajo
Sal, aceite y vino (opcional para pochar las verduras)
Con los ingredientes troceados, se rehogan en ajo en una cazuela (todo ello muy picadito) en unas gotas de aceite, salvo los champiñones, que se rehogan aparte para que suelten el exceso de líquido. Se le da un toque de orégano y se deja hacer unos 20 minutos. Cuando estén hechos los champiñones, se añaden al resto de verduras, corregimos de sal y se escurre el líquido, si hay en exceso.
Idealmente, hemos preparado también un roux (esto es, una bechamel espesa) y la unimos a las verduras.
Con esta mezcla rellenamos las crêpes y si queréis podéis cubrirlas con salsa de tomate o de quesos. Es una de las múltiples combinaciones que podemos investigar, pero si preparáis la que os hemos sugerido, tened cuidado: las crêpes suelen crear adicción.