¿Realmente necesitas ganar cada una de tus discusiones? Aún en la improbable situación en la cual ganases una discusión, ¿qué es lo que habrías ganado, realmente? ¿De veras necesitas armar las cosas como para sentirte superior a todos los demás? Aún cuando alguien te haya herido, ¿alguna vez has recibido algo útil lastimándolos en represalia? ¿Realmente necesitas todas las muchas cosas que luchas por consumir o poseer? ¿Realmente necesitas dedicar tanto tiempo a estar preocupado por lo que los demás piensan de ti? ¿Cuánto de tu tiempo y de tu energía dedicas a satisfacer necesidades que en realidad no necesitas? Imagina la sensación de libertad que vivirías por el simple hecho de dejar de lado las más inútiles de esas necesidades. Practica enfocar tu esfuerzo y tu atención, no en lo que debes conseguir sino y en cambio en lo mejor que podrías llegar a ser. La verdadera abundancia se debe más a calidad que a cantidad. Dedica menos tiempo a luchar por conseguir y poseer y satisfacer cada una de tus necesidades percibidas como tales, y tendrás mucho más tiempo y energía para vivir de verdad. Cuanto menos necesites, más riqueza verdadera tendrá tu vida.
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