Mientras haces lo que haces, sea lo que fuere, disfruta del momento que estás viviendo. Ya sea que el día sea brillante o sombrío, ya sea que tu entorno resulte confortable o agresivo, siempre hay algo para saborear. En lugar de preocuparte demasiado por lo que vendrá, presta más atención a lo que es, aquí y ahora. En lugar de angustiarte demasiado por lo que no puedes cambiar, deslúmbrate por todo lo que sí puedes hacer. Basta que te permitas verlas, para descubrir belleza y maravillas en todas partes. Cada día, cada situación, cada persona con la que te encuentras aporta algo que enriquecerá tu vida. Cada instante trae consigo la posibilidad de una experiencia nueva. Abreva con entusiasmo en esas experiencias, porque en ellas encontrarás la esencia fértil de la vida. Cuanto más intensamente saborees la vida, más oportunidades para saborear descubrirás. Siempre hay nuevas vivencias por incorporar al inapreciable tesoro que éstas constituyen, tanto en épocas maravillosas como en aquellos momentos que resultan ser comunes y corrientes. Saborea la vida tan rápidamente como llega a ti. Y experimenta por ti mismo su increíble abundancia.
MENSAJE POSITIVO
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