CORAJE Al oír esta palabra, nos viene a la mente los grandes héroes. Pero muchas veces nos olvidamos los pequeños-grandes actos de coraje que desempeñamos en el día a día. Coraje es desafiar. Y el mayor coraje de todos es desafiar los conceptos propios de uno, los paradigmas que lentamente a lo largo de los años van siendo montados y son la jaula de un ser grandioso y amplio. No es pelear o luchar contra otros, sino enfrentarse a si mismo, siempre equilibrando correctamente con la alegría y el buen humor. Los corajudos no temen los cambios, sino que los quieren y hacen de todo para que sucedan. Especialmente los cambios interiores.