Aquella mirada perdida...
Su mirada me recuerda a un hombre herido en batalla
tibia y perdida como una ola en mar abierto,
tan curiosa y profunda,
tan triste como el más gris lamento.
Si mis deseos llegaran más allá del precioso cielo
y las estrellas infinitas,
una sonrisa brotaría de su mirada
y olvidaría cada pena marchita.
¡Pero no!, hoy su mirada es una ola
y mi corazón una concha perdida,
esperando en la arena cálida
esperando que me llene de vida.
Hoy, hoy quiero ver de cerca su alma
dejarme llevar por su fresca brisa,
esconderme en su aire libre
descubrir su tierna sonrisa.
Aquella mirada perdida, de sueños y penas
es mi fuerza y mi alegría,
aquella mirada que cada día espero
es la que me da vida.
Colaboración de Kenia
México