Tus manos en mi. . .
Qué bien se siente al
sentir el calor de tus manos detrás de mí, calma yo soy como un barco
atracado, las olas y el viento tratando de aflojar sus bonos pero
allí permanece constante, muévelo, muévelo, pero se resiste a ser
después de un día turbulento como parece tomarse tiempo para regresar, y
sólo con el calor de tus manos puedo restaurar toda mi vida este sentimiento
que nos une genera una complicidad sin fin en dando la certeza de que
aún frente a numerosos conflictos en el fondo de nuestro ser, que
sabemos que nos ama. (Dorival Gaspar)
|