Lecturas para este día: Hechos 5: 27-33. Juan 3: 31-36.
“Pedro y los apóstoles replicaron: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. Hechos 5: 27-33.
¿Te imaginas un mundo en el que esta consigna de los apóstoles se hiciera realidad?
Si el senador de un gran país obedece a Dios antes que a los hombres, así se trate de sus electores, buscará la verdad por encima de lo conveniente. Un legislador así no aprobará la despenalización del horrendo crimen del aborto sino que buscará modos de respetar la libertad de todos… ¡Incluyendo al que no tiene voz porque no ha nacido!
Si el sacerdote obedece a Dios antes que a los hombres, así se trate de sus amigos, enseñará la verdad de los preceptos divinos, con caridad y con claridad a la vez.
Si el profesor o el gran científico obedecen a Dios antes que a los hombres, así trate de quienes les pagan sus investigaciones o leen sus artículos, en todo se presentarán como creyentes, y entonces darán un paso más: Al recibir burlas, indiferencia o persecución, sentirán con gozo que están participando del misterio de Cristo y darán testimonio con mayor fuerza aún, como hacían los apóstoles, que más parecían crecer cuando más se les aplastaba.
Si las mujeres obedecen a Dios antes que a la gente, así se trate de sus más cercanas amigas, no tolerarán que el chisme avance impunemente ni darán alas a las vanidades, envidias y codicias de la moda y el consumismo desbocado.
Detente. Imagina un mundo en el que obedecemos a Dios antes que a los hombres. Haz el propósito hoy de obedecer más a Dios, escuchar su Palabra hacerla vida.
Reflexión y comentarios…
Del Salmo 33: Haz la prueba y verás que bueno es el Señor. Aleluya.