Lecturas para este día: Hechos 5: 34-42. Juan 6: 1-15.
“La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: ¨Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo¨. Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña El solo”. Juan 6: 1-15.
Así como el pan se parte para repartirse, y muere cuando se comparte, para así darnos vida, así Cristo con su ofrenda de Pascua es el pan que da la vida que no acaba y nos da ejemplo de humildad y generosidad.
En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua enfrente de él. ¨ ¿Cuánto cuesta un helado con chocolate y maní ?¨, preguntó el niño. – ¨Cincuenta centavos¨, respondió la mujer. El niño sacó la mano del bolsillo y examinó las monedas. – ¨ ¿Cuánto cuesta un helado solo ?¨, volvió a preguntar. Algunas personas esperaban mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente. – ¨Veinticinco centavos¨, dijo bruscamente. El niño volvió a contar las monedas. – ¨Quiero el helado solo¨, dijo. La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se retiró. El niño terminó el helado, pagó en la caja y salió. Cuando la mesera volvió a limpiar la mesa, le costó tragar saliva al ver que allí, ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos: Su propina.
Jesús nos da ejemplo de humildad, que debiéramos seguirlo reconociendo el bien que los demás nos ofrecen cada día y agradecérselos con pequeños pero valiosos gestos de parte nuestra. Pidamos en nuestra oración crecer en la generosidad y entrega día a día.
Reflexión y comentarios…
Del Salmo 26: El Señor es mi luz y mi salvación. Aleluya.