LAS TRES LÁGRIMAS
La primera lágrima brotó tan de
repente que asustada rodó, desempeñándose en tropiezos de mi rostro
joven y ardiente. La segunda, ya no tan loca, miró para un lado y para el
otro después descendió agarrándose pero murió en mi boca. La tercera
vino serena, Conociendo la situación. Paseó, tan despacio, mi rostro
todo ensopando que nunca pude borra las marcas que fue
dejando.

| | | | | | | |
|