Quien sabe cuantas veces has experimentado la desilucion de ciertos coloqios humanos inutiles! Tenias necesidad de consuelo y lo has buscado a tu alrededor. Has abierto tu alma tumultosamente a los amigos, a familiares , a las personas de quien esperabas una palabra de comprension, una ayuda , un alivio. Pero la experiencia te ha enseñado que no todos ni siempre quieren o pueden escucharte. Cada uno vive su dolor, de su problema personal, por eso no tienen oidos para escuchar, no tiene tiene serena el alma para darte la serenidad que tu deseas. E incluso cuando, con la mejor voluntad, desea darte su comprension y su compasion mas sincera, se tratan de siempre de consuelos limitados e insuficientes.
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