"No escuchar al que te habla,
no sólo es falta de cortesía,
sino también de menosprecio.
Atiende al que te hable;
en el trato social nada hay tan productivo
como la limosna de la atención"
¡Qué paz se siente cuando eres escuchado!
Te sientes como una persona nueva a la que respetan.
Escuchar a alguien
es meterse en su mundo interior
para respetarle
y para que deje que todo lo que tiene dentro,
pase como vasos comunicantes a ti.
Debes sentirte orgulloso cuando alguien se te confía.
Es señal de que posees la rara capacidad
de detener tu tiempo para dedicarlo a otros.
La gente dice continuamente
que no tienen tiempo para nada,
si te fijas bien,
los que no hacen mucho son quienes
más repiten esa palabra frecuentemente.
La persona que ha encontrado
a alguien con la que comunicarse a niveles profundos,
ha encontrado un tesoro.
La confianza se gana a golpes de corazón abierto a todos.
Te invito a que seas cortés con quien te habla.
Experimentarás un gozo tan intenso
como cuando caminas
por entre los campos alfombrados
de diversos colores en la primavera.
Sin darte cuenta,
te conviertes en un prodigio de persona.
Sí, es cierto.
Cada vez que atiendes a alguien,
cada vez que te detienes
con otro para no pensar más que en él,
y dejas tus preocupaciones personales,
te estás ganando el aprecio y la fidelidad de quien te habla.
No te cierres en banda con tus intereses.
No sería humano.
¡Qué pena que cuanta mayor es la comunicación
de la tecnología
, más escasa es la escucha de los demás.¡¡¡