LAS
HORAS
¡Qué
tristes son las horas! Cual rebaño De ovejas que caminan por el
cielo Entre el fragor horrísono del trueno, Y bajo un cielo de color de
estaño. Cruzan sombrías en tropel huraño, De la insondable Eternidad al
seno, Sin que me traigan ningún bien terreno, Ni siquiera el temor de un
mal extraño. Yo las siento pasar sin dejar huellas, Cual pasan por el
cielo las estrellas, Y aunque siempre la última acobarda, De no verla
llegar ya desconfío, Y más me tarda cuanto más la ansío Y más la ansío
cuanto más me tarda.
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