Un día se fue... Y puedo mirarlo de frente. Puedo ver las sombras del día que se acabó de ir y ver las luces que me esperan al día siguiente. Puedo recordar claramente los errores y los aciertos, sin juzgar, solo mirar. Y puedo mejorar a mi mismo, cambiando mi forma de ver la vida. La vida no son sombras o luces, sino una mezcla de cada uno. Los seres más elevados, cuya vida es como un sol que se mueve por las calles, tienen como máxima responsabilidad terminar con las sombras de los demás

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