Reflexión
Se cuenta que en una ocasión un grupo de norteamericanos fue de peregrinación a Tierra Santa. Y estando ya a orillas del mar de Galilea, extasiados por la belleza del lugar, expresaban su alegría incontenible al contemplar ese lago que tantas veces había visto nuestro Señor con sus propios ojos y en cuyas aguas había navegado junto con sus discípulos. Y deciden embarcarse y hacer una breve travesía. Los que alquilaban las barcas -que eran judíos muy "judíos"- pensaron que con esos turistas harían su agosto: -"Queremos ir a Cafarnaún en barca"- les dicen los americanos. Las distancias del lago no son muy grandes y con un bote de motor se hace hoy en día en una media hora. -"Pues el viaje les cuesta 700 dólares"-les contestan. Al ver el espanto de los peregrinos por el precio tan alto, añaden los dueños de la barca: -"Amigos, es que este lago es muy especial. Sobre estas aguas caminó Jesús"-. Y, sin pensarlo dos veces, comentan los visitantes: -"¡Pues claro, con ese precio no nos extraña!".
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