os fortalecemos mutuamente ayudándonos a sobrevivir a los traumas de nuestras vidas. No nos puede abrumar cualquier experiencia si dependemos unos de otros para apoyarnos cuando la atravesamos. Somos afortunados.
La valentía para aprovechar las oportunidades nos transforma. ¿Dónde queremos tomar nuestras vidas? ¿En quién queremos convertirnos? Las decisiones son muchas y emocionantes. El consejo de nuestros amigos puede guiarnos, pero que puertas abrimos está en nosotros.
La mayoría de nosotros había experimentado el dolor de nuestras vidas a solas. Contarle a otro lo que nuestras vidas habían sido daba demasiado miedo. ¿Cómo sería posible que les gustásemos o que nos acepten si sabían quienes éramos realmente? Esos días han desaparecido para siempre. Nuestra decisión para obtener ayuda y así dar ayuda, es darnos a cada uno de nosotros la vida nueva que nos merecemos.
Mi Renacimiento me da oportunidades de compartir mi buena fortuna con los demás. Estaré atento a todo el mundo hoy en día.
Del libro: Espíritu… por Karen C