Lecturas para este día: Oseas 11: 1. 3-4. 8-9 . Efesios 3: 8-12. 14-19. Juan 19: 31-37.
¨Les digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión¨. Lucas 15: 7.
Celebrar el SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS es celebrar el amor infinito de Cristo que ha dado la vida por su rebaño y se ha dejado traspasar el corazón para que fuera para todos fuente de salvación.
Tú nos regalas el perdón. No nos pides negociarlo contigo a base de castigos y contratos. ¨Tu pecado está perdonado. No peques más. Vete y vive sin temor. Y no cargues el cadáver de ayer sobre tu espalda libre¨. No nos pides sanear la deuda impagable de habernos vuelto contra ti. Nos ofreces una vida nueva sin tener que trabajar abrumados por la angustía, pagando los intereses de una cuenta infinita. Nos perdonas con todo el corazón. No eres un Dios de tantos por ciento en el amor. ¨A éste, setenta y cinco, y al otro, sólo veintitres¨. Hagamos lo que hagamos, somos hijos al cien por ciento. Tú perdón es para todos. No sólo cargas sobre el hombro a la oveja perdida, sino también al lobo manchado con la sangre del cordero. Perdonas siempre. Setenta veces siete saltas al camino para acoger nuestro regreso, sin cerrarnos el rostro ni congelar la sonrisa ni racionarnos la palabra por nuestras fugas repetidas. Con el perdón nos das el gozo. No quieres que rumiemos en un rincón de la casa nuestro pasado roto, como un animal herido, sino que celebremos la fiesta de todos los hermanos, vestidos de gala y de perfume, entrando en tu alegría. Te pedimos en el Padre Nuestro: ¨Perdónanos como perdonamos¨. Hoy te pedimos más todavía: Enséñanos a perdonar a los demás y a nosotros mismos como Tú nos perdonas a nosotros.
Del Salmo 22: El Señor es mi pastor, nada me faltará.
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