No culpes a nadie Nunca te quejes de nadie, ni de
nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en Tu vida. Acepta la
dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar
corrigiéndote; El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de
su error. Nunca te quejes de Tu soledad o de Tu suerte, enfréntala con
valor y acéptala. De una manera u
otra es el resultado de tus actos y prueba que Tu siempre has de ganar. No te amargues de Tu propio fracaso ni se lo cargues a
otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Levántate
y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de
la fuerza de Tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, Decídete y
triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es
el pretexto de los fracasados. de P. Neruda

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