Solo es posible entregar aquello que poseemos en nuestro interior...
pues de lo que se carece no puede ofrecerse absolutamente nada...
y para poder dar es preciso que antes hayamos sido capaces de hacerlo crecer dentro de nosotros... Hemos de vivir el amor, el respeto y la amabilidad, entre otras muchas cosas, en primera persona...
si primero no hemos aprendido ha hacerlo con nosotros es casi imposible
que podamos ofrecérselo a los demás...si no valoramos nuestra ...
vida como un bien finito y que debemos cuidar,
si no somos conscientes del inmenso regalo que supone cada respiración,
si nos pasa desapercibido que cada latido es un presente maravilloso
y que el estar vivos es una oportunidad constante para ser felices,
resultará improbable que hagamos que aquellos que nos rodean lo sientan así... Amémonos cada día como si no fuera a existir un mañana...
respetemos nuestra mente y nuestro cuerpo sin pretextos...
valoremos nuestra personalidad como algo único
y no permitamos que nada ni nadie nos impida llegar
donde queremos ni sentirnos bien a cada paso...y así,
podremos empezar a regalar a manos llenas sentimientos positivos,
de amistad sincera, de cariño absoluto y de respeto total...
con la consecuencia de que, al hacerlo desde el corazón,
aumentará todo lo bello que ya tenemos dentro y
esto se convertirá en un círculo sin final...que permitirá que la felicidad
se convierta en una fiel compañera y que el camino a recorrer
resulte mucho más agradable de caminar..¡¡ d/a
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