NADA ME ES OCULTO.
Conozco todos los pensamientos y deseos, y hasta la más íntima de tus oraciones.
Cada vez que alzas los ojos a Mí, que clamas a Mí, estoy a tu lado, oigo tus súplicas y Mi corazón se mueve a compasión. Jamás se me endurece. Jamás me canso de escucharte. Jamás te rechazo. Nunca me duermo. Nunca coloco en Mi puerta un cartel rogando que nadie me moleste. Jamás estoy pensando en otra cosa. Nunca estoy demasiado cansado u ocupado para atenderte. Siempre oigo y respondo tus ruegos: unas veces de la forma en que deseas y otras de maneras que ignoras, o que aún no puedes ver. En todo caso, siempre oigo y te respondo.
JESUS.
En efecto nuestro Salvador siempre esta ahí, no se retira, nos conoce mejor que nosotros mismos y sufre cuando el dolor llega a nuestra alma, por eso no debes ignorarlo, El llevo todo lo que te aflije o los problemas que tienes en la Cruz del Calvario, alli El vencio y desea darte esa victoria, que descanses en El y no dejes de confiar en Sus Misericordias y bondades para contigo, nadie te ama como El y tiene Sus brazos abiertos para ti, acude pronto para que te consuele.