Si la oración hace en la mañana:
Nos ponemos en tu presencia, Dios bondadoso y Padre Nuestro. Te agradecemos que nos hayas dejado empezar el presente día, pues despertamos, una vez más, al conocimiento de nuestra propia existencia… que tu amor nos concede y sostiene. El saber que existimos es el don más grande de tu bondad. ¿De qué nos serviría existir, ante tu presencia, si no estuviéramos conscientes de ello? Además, nuestra vida está profundamente unida a la tuya, por el gran amor del cual nos has hecho participar… de tu amor no podemos dudar. Es el nuestro hacia ti… el que falla con mucha frecuencia. Nos disponemos, ante la grandeza de tu majestad, a los 5 minutos de oración. Te pedimos que des fuerza a la debilidad de nuestra mente y enciendas el fuego de tu amor en nuestros corazones. Padre Nuestro…
Si la oración se hace en la tarde:
Estamos reunidos, Señor, para reconocer tu amor que nos sostiene en el don de la vida… y para reconocer tu bondad que nos colma de beneficios. En las horas que ya pasaron y disfrutamos, tuvimos la oportunidad de hacer sentir tu amor y tu bondad, a través de nuestra propia bondad, en todos aquellos que nos rodean, familiares y amigos y en nuestro mundo tan necesitado de ti y de tu amor. Este día fue un paso más hacia tu eternidad, a la que nos llamaste desde el día en que nos diste la existencia. Si lo aprovechamos, hemos guardado un tesoro. Si lo desperdiciamos… tenemos que redoblar nuestro amor en tu servicio. Que durante estos 5 minutos de oración podamos olvidarnos de los intereses humanos, para estar atentos a tu amor y a tu Palabra. Guía nuestros corazones por el camino de tu voluntad. Padre Nuestro
Lecturas para este día: Hechos 4: 1-12. Juan 21: 1-14.
¨Aquella noche no pescaron nada. Cuando comenzaba a amanecer, Jesús se apareció en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él. Jesús les preguntó: Muchachos, ¿ No tienen pescado ? Ellos contestaron: ¡ No !. Jesús les dijo: Echen la red a la derecha de la barca, y pescarán. Así lo hicieron, y después no podían sacar la red por los muchos pescados que tenían¨. Juan 21: 1-14.
Después que resucitó Jesús no convivió tiempo continuo con los apóstoles, quienes formaban su familia. Sus manifestaciones fueron frecuentes, pero inesperadas. Los Evangelistas no nos narraron todas las manifestaciones de Jesús resucitado. No nos narran la manifestación a la Virgen María, la madre de Jesús, que fue la primerísima en ser consolada por su Hijo, después de haberla querido al pie de la cruz y verlo ella, con sus propios ojos, morir en tan horroroso tormento. No nos narran la manifestación de Pedro, de la que se hace mensión en Lucas 24: 24 y en 1 Colosenses 15: 5. Hemos de suponer que los discípulos, durante los cuarenta días que mediaron entre la resurreción y la ascensión, retomaron el rumbo de su vida habitual: Voy a pescar… Nosotros también vamos contigo.
En esta manifestación de Jesús junto al lago, y en la manifestación en el camino a Emaús, no fue reconocido por sus discípulos. Sus ojos y su mente no supieron distinguir que se trataba de él. Pero los discípulos no sabían que era él.
Jesús esconde también para nosotros su identidad, a pesar de encontrarse cerca de nosotros, para que nos esforcemos en buscarlo. Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas personas más humildes, tampoco por mí lo hicieron. Mateo 25:45.
Reflexión y comentarios…
Oración del día 1 al 8 de abril
El Señor es quien da verdadero sentido a la existencia: SE TU,
SEÑOR, NUESTRA ESPERANZA.
Para muchos, Jesús era el ¨profeta¨ o Mesías que el pueblo de Israel esperaba. Pero, para otros no, porque el Mesías, decían, debería venir de Belén. SE TU, SEÑOR, NUESTRA ESPERANZA.
Aún hoy, las opiniones sobre Jesús se dividen; concédenos, Señor, reconocerte como el verdadero Hijo del Padre, que quizo manifestarnos la plenitud de su amor. SE TU, SEÑOR, NUESTRA ESPERANZA.
La gente de buena voluntad escuchó y aceptó las enseñanzas de Jesús: ¡ Jamás ningún hombre ha hablado así ! Que nuestros corazones sean dóciles a tus palabras. SE TU, SEÑOR, NUESTRA ESPERANZA.
Jesús concede a lo humildes de buena voluntad, el privilegio de hacer conocer la buena noticia del Evangelio. Que seamos dóciles instrumentos de su bondad. SE TU, SEÑOR, NUESTRA ESPERANZA.
Jesús se ofrece como la luz de la vida, la luz de la inteligencia y de la voluntad; que no caigamos en la peor de las tinieblas, desconociendo la verdad y la gracia del Señor. SE TU, SEÑOR, NUESTRA ESPERANZA.
Jesús, como predijo, fue levantado en un trono de horror y de ignorancia, para atraer a los hombres a su amor. Que no nos escandalice la cruz del Señor. SE TU, SEÑOR, NUESTRA ESPERANZA.
La vida, solamente tiene sentido en las enseñanzas de Jesús, que no vivamos en la ignorancia desconociendo las verdades que nos transmitió. SE TU, SEÑOR, NUESTRA ESPERANZA.
Se pueden agregar otras peticiones…
OREMOS: Te pedimos Padre bondadoso, pues quisiste hacernos conocer a tu Hijo, Jesús el Señor, que no merezcamos la responsabilidad eterna de haberlo ignorado y no haberlo servido en esta vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.