¨Me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas. No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que les da vida eterna¨. Juan 6: 26.
Muchos de los que buscaban a Jesús, poco les interesaba el mensaje que los orientaba hacia el reino eterno. Iban tras él por el interés de que con su poder les curara a los enfermos o con sus milagros en alguna forma los beneficiara. Un día antes, Jesús, había dado de comer, con el milagro de la multipliacación de los panes, a la gran multitud hambrienta, en un lugar completamente deshabilitado. El entusiasmo que desató ese milagro fue excepcional, hasta quisieron llevárselo a la fuerza para aclamarlo el rey de Israel. Pero Jesús se les escapó al cerro, para estar a solas y hacer oración. Juan 6: 15.
Algunos, movidos por el entusiasmo, lo buscaron al día siguiente y lo encontraron en Cafarnaúm. Y Jesús los recibió con este reproche: Me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas. Los movimientos en los que más efusivamente aclamamos la bondad del Señor, no es para rogarle que nos ayude a caminar en el camino de la virtud y alcanzar los bienes eternos. Es para rogarle, muy encarecidamente, que no nos deje perder los bienes simplemente humanos a los que tan fuertemente está apegado el corazón.
Jesús nos dejó dicho: Pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. Mateo 6: 33.
Del Salmo 118: Dichoso el que cumple la voluntad del Señor. Aleluya.
Reflexión y comentarios…
No hagamos cosas por conveniencia sino por amor y siempre buscando el bien común, recordemos tarde o temprano todo se regresa. Prospero y alegre inicio de semana, ayudemos y cuidemos unos a otros, sigamos en oración por todas nuestras necesidades y por quienes estan en momentos difíciles y agradezcamos lo que tenemos y se nos presenta, saludos y gracias.
Oración final del día 9 al 16 de abril
Dijo Dios con amor: ¨Cuánto he querido celebrar con ustedes esta Cena de Pascua, antes de mi muerte: A NOSOTROS TAMBIÉN NOS INVITAS, JESÚS, A LA CENA DE PASCUA EN CADA MISA.
Jesús reservó para el solemne momento de la Ultima Cena, a promesa de darnos a comer su Cuerpo y a beber su Sangre. Que los tomemos con infinito respeto. A NOSOTROS TAMBIEN NOS INVITAS, JESÚS, A LA CENA DE PASCUA EN CADA MISA.
Tengamos los mismos sentimientos y la misma manera de pensar, que los apóstoles tuvieron en la Ultima Cena, cuando rodeaban al Señor. A NOSOTROS TAMBIEN NOS INVITAS, JESÚS, A LA CENA DE PASCUA EN CADA MISA.
Jesús aceptó el banquete que la familia de Lázaro le ofreció, antes de su muerte. Que la envidia no corra nuestros corazones, como sucedió con Judas. A NOSOTROS TAMBIEN NOS INVITAS, JESÚS, A LA CENA DE PASCUA EN CADA MISA.
Jesús sabía quien le había de entregar a sus enemigos, y lo sentía profundamente en el corazón. Que no tenga, Jesús, motivo de lamentar nuestros pecados. A NOSOTROS TAMBIEN NOS INVITAS, JESÚS, A LA CENA DE PASCUA EN CADA MISA.
Jesús, lavando los pies a sus apóstoles, nos dio una lección profunda de humildad, que significa que debemos servir a Dios en las personas humildes. A NOSOTROS TAMBIEN NOS INVITAS, JESÚS, A LA CENA DE PASCUA EN CADA MISA.
Jesús no quiso aparecer entre sus amigos, como persona encumbrada, distante de nosotros. Se sometió a las mismas pruebas para poder acercarnos al trono de nuestro Dios amoroso. A NOSOTROS TAMBIEN NOS INVITAS, JESÚS, A LA CENA DE PASCUA EN CADA MISA.
Se pueden agregar otras peticiones…
OREMOS: Te pedimos Padre Santo, que sepamos buscar las cosas del cielo, donde Cristo nos espera a nosotros también resucitados. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén