Le pedí fuerzas a Dios para poder llegar
más lejos, y me hizo débil para que
aprendiera humildemente la obediencia...
Le pedí salud para poder hacer grandes
cosas, y me hizo frágil para que hiciera
cosas mejores...
Le pedí riquezas para poder ser feliz, y me
dio la pobreza para que pudiera ser
sabio...
Le pedí poder para ser admirado por los
hombres, y me dio la debilidad, para que
pudiera sentir la necesidad de Dios...
Le pedí todas las cosas para gozar de la vida,
y me fue dada la vida para disfrutar de
todas las cosas...
No tengo nada de lo que pedí, pero sí todo lo
que esperaba. Casi a pesar de mí mismo,
mis silenciosas plegarias fueron escuchadas.
Simplemente... Gracias.