DISCERNIMIENTO Es la fuente de toda decisión. Antes de decidir, la persona tiene que tener un discernimiento correcto de forma que su decisión pueda durar por años y no por unos instantes. Sin embargo, discernir no significa encasillar o rotular. Por lo contrario, cuando discierno estoy apreciando el verdadero valor de los objetos y de los seres humanos. Quizá hoy esto no me sirva, pero algún día lo necesitaré. Es el poder fundamental del ser, pues permite una vida de inagotable éxito.
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