Hay una gran diferencia entre prever una dificultad y preocuparse por ella.
Al hacer planes parece razonable prever ciertos obstáculos complicados en el camino.
En la medida en que puedas anticiparte a ellos para estar esperándolos y si das los pasos necesarios como para minimizar su impacto, harás que tus esfuerzos
resulten muchísimo más efectivos.
Sin embargo, preocuparse por los problemas que eventualmente podrían aparecer,
genera una dinámica completamente diferente.
La preocupación te predispone a quedar atrapado por obstáculos que podrían no materializarse jamás.
¿Cuáles son las cosas que tus preocupaciones no te están permitiendo conseguir?
Si hay algún aspecto que te preocupa, lleva a cabo las acciones necesarias
como para aliviar esa sensación.
Luego líbrate de tus preocupaciones y sigue adelante con tus cosas.
Siempre que intentas algo ambicioso tienes la posibilidad de fracasar.
Pero si no lo intentases, el fracaso no sería sólo una posibilidad, sino una certeza.
En lugar de preocuparte por lo que podría suceder ponte en movimiento
y utiliza tu energía para lidiar con lo que realmente esta ocurriendo.
Esa es la manera de hacer que… las cosas pasen.
A/D
|