Un rostro
para cada día Comienza la semana y con ella el
calvario y no saber quien soy de soslayo me miro en el gran
espejo buscando al ser que hay en mi interior. Recién me despierto en esta tibia mañana y me siento solo
un espectador de esta vida , pasajera mía … y de la cual yo soy el primer
actor. Por mas que aprenda de
memoria el libreto debo recurrir siempre al apuntador. El desde el cielo,
siempre me da letra y al salir a escena me infunde valor. El rostro del
lunes amanece ácido el del martes permanece carente de expresión el del
miércoles lo cambio por el rostro
del jueves y noto que el del viernes me calza mejor. Los ojos del sábado
tiene un brillo distinto el fin de semana hasta cambia mi humor. La
presión que cargo durante cinco días desaparece el domingo hasta que se pone el sol. ¡Que ser
vulnerable me devuelve el espejo! Y
solo por lo que sucede a mi alrededor Dios me creó para que disfrute de
todo y en las miasmas de esta vida me revuelco yo. Solo quisiera tener
un rostro y vivir confiado sin temer al futuro, aunque me depare dolor saber que todo
ha de ser solucionado si descanso en los brazos de mi Creador. Libia
Beatriz Carciofetti
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