No culpes a nadie
Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente
tu has hecho lo que querías en Tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el
valor de empezar corrigiéndote;
El triunfo del verdadero hombre surge
de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de Tu soledad o de Tu suerte,
enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de tus actos
y prueba que Tu siempre has de ganar.
No te amargues de Tu propio fracaso ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.
Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de
Tu vida, ahora despiértate, lucha, camina,
Decídete y triunfarás en la vida;
nunca pienses en la suerte,
porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
P. Neruda