No ...
Después de amarte, No podía amar a nadie más. ¿De qué me importa si las calles Es decir, llena de hombres, Despilfarrando la belleza y las promesas Al alcance de las manos. Si ya no me quieres, Es funda y sin remedio mi soledad. Era tan fácil ser feliz cuando estabas conmigo. Cuántas veces oí tu risa, riendo feliz Como un guiño en tu boca. Y en todo momento sin besar, Yo te estaba besando; Con las manos, con los ojos, con el pensamiento En una ansiedad loca. Pablo Neruda
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