Vamos a reciclar la basura de las malas emociones. Reciblemos la ira. ¿Qué te parece transformar la ira en un servicio altruísta, para el beneficio de otras personas? Y ¿qué pasa con la intolerancia, la envidia, los miedos y celos? También se pueden reciclar completamente. Podemos ser intolerantes con nuestros defectos y transformar la envidia en el deseo de autosuperación. Los miedos, podemos desafiarlos y comprobar para nosotros mismos que realmente no son reales. Y podemos transformar los celos en un amor incondicional, donde soy capaz de querer a la otra persona, no importando sus acciones.
M.POSITIVO
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