La Navidad “tiene un significado, en primera instancia, que es el que más énfasis se le ha dado a través de la historia, de recogimiento, de amistad, de concordia de amor, a raíz de lo hermoso de la narración del nacimiento de nuestro señor Jesucristo”, explicó Romero.
Agregó: “Ver el pesebre, ver a María, a José, el buey, los magos, las estrellas, y ese contexto nos habla nos refleja el amor, la concordia”.
Sin embargo, a juicio de Romero, la Navidad tiene un significado más profundo. Lo más importante, de acuerdo con Romero, es que la Navidad representa, nada más y nada menos, la disposición de Dios, de la Trinidad (el padre, el hijo y el espíritu santo) para hacer un inventario ético y moral de la raza humana.
“¿Qué arroja el inventario? Dios dice no hay quién entienda, no hay quién haga el bien, veneno en su garganta, con su lengua engañan, sus pies se apresuran a derramar sangre, por lo cual la paga del pecado es muerte”, señaló.
Dios determina destruir a la raza humana, y entonces el hijo, que ya preexistía, le dice al Padre: “Heme aquí, envíame a mí, yo iré por ellos, voy a nacer como nacen ellos, voy a hacerme hombre, luego voy a morir por ellos en la cruz del Calvario, y ese sacrificio en la cruz va a satisfacer la demanda que me pides”.
Comentó Romero que el amor de Dios es tan grande que envió a su propio hijo a la tierra para salvar a los seres humanos.
Este es el mensaje que debe recordarse en Navidad, insistió Romero.
“El significado más importante de la Navidad es lo que Dios quiere que la gente sepa:
El vino a salvarnos y a perdonar nuestros pecados y a poner en paz a los hombres.
La Navidad es lo que Dios dice:
amaos los unos a los otros”, aseguró.
D/A
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