Parte 25
Esto se da por el simple hecho de que desconocemos profundamente lo referente a nuestra disposición mental en el alma, lo que nos trae como consecuencia, que muchas veces ese desconocimiento nos lleve a pretender imponer a nuestros semejantes la autoridad espiritual o religiosa que creemos tener basados en nuestros "profundos conocimientos, nuestros irrefutables razonamientos y nuestros conceptos e ideas avanzadas," y al ver que lo único que logramos con nuestra actitud de suficiencia es provocar el rechazo, el desprecio, o la indiferencia de los demás, nos sentimos tal vez defraudados por todos ellos por esa terrible ignorancia que nos demuestran y que nos hace pensar en muchas ocasiones, que no merecen que nos molestemos en abrirles los ojos con nuestros avanzados conocimientos, ya que su necedad compite en gran medida con la nuestra, aunque algo, o alguien en nuestro interior, nos dice que tal vez nosotros somos los que de alguna manera no estamos tan bien como creemos estar, y cuando surgen estas consideraciones, es cuando empezamos a sentirnos defraudados con nosotros mismos, sentimiento muchas veces hace que nos sumerjamos en la desesperanza y en la confusión de pensamientos, que más que nada, nos alertan para que analicemos, que tal vez no todo lo que pensamos o decimos está tan bien como creemos; más sin embargo, al reflexionar en lo anterior, volvemos a involucrarnos en esas formas, métodos y sistemas tradicionales, porque nos hacen sentir o imaginar que podremos ser mejores casi como por arte de magia.
El impacto que se pudiera dar en nuestra mente a través de esa motivación a creer lo que no es, es de suma importancia, ya que del resultado de ese impacto mental, depende el "éxito o fracaso" entre paréntesis, de esa motivación, pero, ¿ qué tiempo durará?, pues con "suerte", entre paréntesis también, dure lo suficiente según la capacidad mental de cada individuo para retenerla y opere en él cambios que en verdad le hagan pensar que funcionó, solo que, después de transcurrido cierto tiempo, se da cuenta de que nuevamente vuelve a caer en las mismas situaciones de antes, y es entonces que se siente burlado y defraudado por lo que creyó que era y no fue. Sin embargo, es posible que vuelva nuevamente a recurrir a la misma solución y que al obtener los mismos resultados anteriores, se vuelva hasta en contra de lo que ha creído; y todo esto por no querer abrir su mente al discernimiento espiritual de la Palabra de Jesús contenida en el Nuevo Testamento.