Parte 32
Normalmente por nuestra ignorancia acerca de lo espiritual, la mayoría de nosotros percibimos lo antes expuesto en forma tradicional y por lo mismo de la siguiente manera:
CUERPO: Como esta personalidad es la que nos cobija, pensamos que la conocemos porque activamos en forma casi mecánica nuestros cinco sentidos y los utilizamos, por lo regular, a patrones y reglas de conducta previamente establecidas por el hombre, en la sociedad, en la familia, en el trabajo, en la profesión o en la religión en este mundo tradicional y materialista y por lo mismo, alejados regularmente de la verdad espiritual.
ALMA: Por lo regular sabemos que tenemos un alma, conocimiento que no va más allá de lo que hemos escuchado, pero que en realidad desconocemos que es o en dónde se encuentra, y además desconocemos totalmente que función desempeña en nosotros; algunos lo relacionamos con nuestra mente o con Dios sin definirlo, por lo que debemos aceptar nuestra ignorancia al respecto.
ESPIRITU: Estamos en las mismas condiciones de conocimiento que en el punto anterior, es decir, algunas personas pensamos que el espíritu tiene algo que ver con Dios, pero en realidad desconocemos que es en verdad tiene que ver con él.
Como podemos darnos cuenta a través de estas reflexiones, la inmensa mayoría de los seres humanos estamos muy limitados en el conocimiento verdadero de nuestro ser.