Uno más de los factores del éxito que hemos venido tratando en esta serie, se encuentra el de “Desarrolla una personalidad agradable” El motivo es simple: No se puede tener una posición de éxito dentro de una sociedad, siendo rechazado por esa sociedad.
Tu necesitas a los demás miembros de la sociedad establecida, si es que quieres grandes beneficios. No es posible andar por el mundo provocando pleitos y desacuerdos, y después pedirle a esas personas que te compren tu producto o que te ayuden a triunfar, simplemente no lo van a hacer, y si tienen la oportunidad de cobrarte un resentimiento antiguo, eso si lo hacen.
Lo mejor es estar siempre dispuesto a ayudar, en la medida de lo posible con buen ánimo, para que tu también recibas ayuda de los demás. Puedes ayudar hasta en los más mínimos detalles, la vida está llena de detalles, muchas parejas se separan y muchos negocios y empleos se han perdido por “simples detalles”.
Varios escritores de estos temas indican que para tener éxito propio, hay que impulsar el éxito en los demás, y estoy de acuerdo con esto. Simple de entender, si estás rodeado de gente de éxito, tú también tienes éxito, si estás rodeado de fracasados ¿Cómo te impulsan? Ellos no tienen los medios ni los conocimientos para hacerlo, es más, te jalan hacia el fracaso.
Lo más conveniente para ti es tratar a todas las personas con amabilidad, incluso a las personas que por “química interpersonal” no te caen bien, no sabes que contactos o relaciones puedan tener y en algún caso te puedan ayudar. Claro, esto de ninguna manera es propositivo de que por querer quedar bien, te dejes humillar o dañar, o estar haciendo todo lo que los demás digan sin beneficio propio y ni siquiera un agradecimiento. Aquí la idea principal es que si tú tratas a los demás con amabilidad, recibas el mismo trato.
Tienes que estar consciente de que en algún momento debes crear tu propio equipo de trabajo, o formar equipo con otras personas, si hay desarmonías entre los elementos del equipo, va a ser muy difícil el éxito, sólo tienes que observar el desempeño y resultados de los equipos deportivos cuando se conoce que existen fuertes desavenencias entre ellos.
Prof. Jorge E. Ludewig, (Veracruz, México)
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