Parte 81
Todo aquel creyente de Jesús que no guarde ni enseñe a cumplir su mandato, no podrá disfrutar plenamente de todo lo que haya logrado por si mismo, ya que en lugar de juntarlo con las bendiciones de Dios a través de Jesús, para ser considerado de acuerdo a su Palabra hijo de Dios, lo desparrama al seguir siendo esclavo de las tradiciones de este mundo que lo llevan a caer en múltiples tentaciones aplicando su libre albedrío cargado con sus variados conocimientos científicos, tecnológicos, físicos, religiosos, etc., que lo van orillando a imponer su conciencia en el bien que debería hacer, y el mal que debería evitar.
Jesús también se dirige a nosotros de la siguiente manera:
" Así mismo, si en la tierra dos de ustedes unen sus voces para pedir cualquier cosa, estén seguros que mi Padre celestial se los dará, pues donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, ahí estoy Yo en medio de ellos."
Mateo. 18: 19, 20
Esta Palabra de Dios por medio de Jesucristo, es una gran revelación para todos los cristianos, porque nos enseña que la unión hace la diferencia, ya que al juntar dos voluntades o más unidas en el Nombre de Jesús en obediencia a la Voluntad de Dios, abrimos la Puerta celestial para recibir cualquier cosa que hayamos pedido en forma unánime; pero todo debe de ser hecho conforme a su palabra, la cual nos dice:
"Por eso les digo: Todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo tendrán. Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que el Padre del cielo, Padre de ustedes les perdone también sus faltas."
Marcos. 11: 24, 26
Sin duda que todos aquellos que deseamos que las bendiciones de Dios fluyan sobre manera por nosotros y en nosotros, deberemos antes que aprender a perdonar y a pedir perdón a todos los que hayamos ofendido y lastimado en cualquier forma y manera, pedir perdón y perdonar sinceramente y de corazón, porque tal vez nosotros mismos fuimos la causa de esas ofensas que recibimos, pero sobre todo, pedirle perdón a Dios por lo mucho que le hemos ofendido al no guardar fidelidad a la Palabra de Jesús. De esta manera, nos estaremos poniendo a cuentas con Dios y nos estaremos haciendo dignos para pedirle lo que necesitemos, para que después de haberlo hecho, creer que hemos sido escuchados y con seguridad lo obtendremos, porque no solamente creemos en Dios sino que le creemos en todo lo que Jesús nos dice en su Palabra. Escuchemos:
"Tengan fe en Dios, Les aseguro que el que diga a este cerro: ¡Levántate de ahí y tírate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá.
Por eso les digo: todo lo que pidan en oración crean que ya lo han recibido y lo tendrán."
Marcos. 11: 22, 24,
Debemos discernir espiritualmente lo que a Jesús, través de ésta Palabra nos comunica, es decir: Que si en nuestro jardín del alma ya se encuentra sembrada la fe de Dios, podremos quitar de nuestra mente todos los cerros y montañas formadas por los conocimientos y tradiciones humanas para colocar encima de todo ello, el conocimiento espiritual que nos hace conocer y creer sin dudar, que todo lo que hemos pedido en la oración ya lo hemos recibido.