Parte 85
2.- Ser Humano Mentalista.
Esta conformación del ser humano lo sumerge en la condición de creer que su mente todo lo domina, que es la que le dice que es lo que piensa que es, y que todo se mueve según sus deseos de acuerdo a su voluntad, y que por lo regular cree que sabe que sus deseos mentales se verán cristalizados de cualquier manera basado en sus conocimientos materiales, físicos, científicos, espirituales y religiosos, y que hacen que su lema favorito sea:" La mente domina al cuerpo." y por supuesto que también le da gracias a Dios, creyendo que por su voluntad el hombre tenga tal poder mental que le permite transformar la Creación de Dios para su disfrute personal en lo material sin ningún límite.
3.- Ser Humano Espiritual
Esta conformación en el ser humano, coloca al hombre que se dice creyente de Jesús en una posición engañosamente espiritual, ya que éste, a través de sus emociones y sentimientos, pero sobre todo a su ignorancia en el discernimiento espiritual de la Palabra de Jesús, se presta a manipulaciones que tuercen la verdadera esencia espiritual de la voluntad de Dios, y se vea involucrado en ciertas formas de manifestar lo espiritual que poco o nada tienen que ver con la palabra de Dios encomendada a Jesús, menospreciando las verdades contenidas en ella, porque piensa, que lo que le han hecho creer para alcanzar la felicidad y la solución a todos sus problemas emocionales, físicos y materiales está por encima de lo que conoce de la Palabra, y el hombre, al creer esto, es involucrado para participar en sesiones de otras creencias o conceptos, o en sesiones espiritistas con personas que se dicen mediums y que hacen creer a los demás que están investidas con un poder sobrenatural que les permite comunicarse con los muertos, o con un poder de adivinación para conocer de lo que otros quieren conocer, o con poder para causar daño a otros, o participar en "limpias" para curar el mal de ojo, o para hacer volver al ser amado, o para quitar "salaciones", o para atraer la riqueza, etc. etc. etc.
El hombre al menospreciar, por su tradicional ignorancia la Palabra de Dios encomendada a Jesucristo, lo lleva de una manera real a menospreciarse a si mismo, que lo puede llevar a atentar o permitir que otros atenten en contra hasta de su propia vida en el supuesto nombre de Dios, ¿ porqué supuesto ?, porque todo lo que de Dios es y todo lo que El tiene para Su Creación Humana, se encuentra en Las Sagradas Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamento, a través del cual, guardando y enseñando a cumplir la Palabra de Jesús, el hombre jamás se menospreciará porque sabrá que él es Templo y morada de Dios en su Santísima Trinidad.