Parte 93
“El fruto del Espíritu es caridad, alegría y paz, paciencia, comprensión de los demás, bondad y fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo. Ahí no hay condenación ni Ley, pues los que pertenecen a Cristo Jesús tienen crucificada la carne con sus vicios y sus deseos. Si vivimos por el Espíritu, dejémonos conducir por el Espíritu. No busquemos la vanagloria; que no haya entre nosotros provocaciones y rivalidades”.
Gálatas5: 22 al 26
“Así, pues, Cristo es quién dio a algunos el ser apóstoles, a otros, ser profetas, o aún, evangelistas, o bien pastores y maestros. Así preparó a los suyos para los trabajos del ministerio en vista a la construcción del Cuerpo de Cristo; hasta que todos nos juntemos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios, llegando a ser el hombre perfecto, con esa madurez adulta que hará de nosotros la plenitud de Cristo. Entonces no seremos ya niños a los que mueve cualquier oleaje o cualquier viento de doctrina, y a quienes los hombres astutos pueden engañar para arrastrarlos al error.
Más bien, con un amor auténtico, creceremos de todas maneras hacia aquel que es la cabeza, Cristo. El da organización y cohesión al cuerpo entero, por medio de una red de articulaciones que son los miembros, cada uno con su actividad propia, para que el cuerpo crezca y se construya a sí mismo en el amor”
Gálatas 4: 11 al 16)
“Ustedes tienen que dejar su manera anterior de vivir, el hombre viejo, cuyos deseos engañosos lo llevan a su propia destrucción.
Dejen que su mente se haga más espiritual, para que tengan nueva vida, y revístanse del hombre nuevo. Este es al que Dios creó a su imagen y semejanza, dándole la justicia y la santidad que proceden de la verdad”
Gálatas 4: 22 al 24
Abramos nuestra mente espiritual para recibir lo que sigue: ¿recuerdan cuando dijimos que la Gloria de Dios había descendido sobre nosotros, hombres naturales? Pues bien, su Palabra dice:
“Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.