Porque en este mundo mágico de
Internet, donde nos acercamos, donde
aprendemos a querer a la distancia,
donde las amistades florecen con
pequeñas y sencillas palabras,
tenemos también:
¡Desaparición virtual!
Un bello día ellos desaparecen...
Recorremos nuestros ojos por el
Outlook, MSN, Yahoo y ¡nada!
¿Dónde están aquellos mensajes
lindos, alegres y hasta graciosos?
¿Aquellos diálogos agradables,
dónde fueron a parar: "from"?
¿Por qué se fue? ¡Yo no delete! ¡No
bloque! ¿Qué motivo le di?
¿Qué motivo tuvo
Comenzamos a consolarnos
con las suposiciones:
El PC anda con defecto, tuvo que
formatear, y se perdió todo (¿?)....
¿Quién sabe si salió de viaje?... ó
¿quién sabe si anda con la vida
en carreras?...
¿Andarán l@s novi@s con celos, los
maridos y esposas reclamando? etc, etc
¿Se habrá olvidado de mí? Pero...
¿Y si está enferm@? ¿Deprimid@?,
¿Sin tener para pagar Internet?
¿Con dificultad de teclear, quién sabe
artritis, tendinitis?... ¿Será que
robaron el ordenador?
¿Dónde está mi amig@ virtual?
¿Para dónde fue?
Ahí viene la rabia... ¡Voy a bloquear el
e-mail! ¿Estoy pensando en qué?
¡Qué cosa! ¡No hice nada!
¡Que consideración! ¡
¿Y el cariño, no es recíproco?!
Después viene el dolor... Yo le ofrecí
tanto y... pero no significó nada...
se fue sin despedirse. Ni se acordó
que existo… ¿Dónde? Pues es, gente...
Tenemos que creer en lo que se dice
aquí, tenemos que imaginar quién es el
del otro lado. ¿O mejor no imaginar?...
Tenemos que mantener los lazos de una
cinta que no es de seda y sí de chita,
escurridiza, bien fina, bien frágil.
Claro que tenemos aquell@s que se
presentan y mandan datos.
Tenemos que confiar.
Pero... Y ¿si fuera maníac@? ¡Cielos!
¿Será que es quien dice?
¿Pero en verdad, la mayoría, quienes son?
¿Donde encontrarlos?
Dentro de la fragilidad de la puntuación,
cada uno lee lo que quiere o lo que
le parece. Cuántas veces decimos ¡Hola!
Y leen ¡Hola! Me gustas mucho... un
largo etc, etc…
¡Tenemos entonces
que explorar bien el teclado! Ver y
mirar detenidamente lo que
tecleamos...
¿Cuántas veces nuestras intenciones
son leídas de manera diferente, a la
merced del humor y de la puntuación de
quien está del otro lado? ¡Incontables,
todas!
Ya pararon para pensar: Ellos vienen y
van de nuestras cajas de mensajes, y
nosotros entramos y salimos de sus
listas de e-mails... etc... ¿Cuántos
murieron y no
sabemos? ¿Cuantos teclean bromas
con los ojos inundados de lágrimas?
¿Cuántos retratos mentirosos... tal vez
¿o no, o sí!? Cuántas verdades
"entre líneas"... no podemos saber, no
vemos, de hecho.
Pero… ¿Podemos tener la sensibilidad
de la sintonía humana, la fe en el
semejante, la inocencia pretendida,
podemos sentir cuándo se van, y
cuándo no nos quieren más?
Podemos sí, tratarlos con el respeto
que merecen, respondiendo todas
sus preguntas, mandando todos los
mensajes, repasando todos sus
créditos, considerándolos bien.
Para que un día, cuando no estén más
aquí, sí haya sólo añoranza, y no
dolor y rabia.
Porque ésta, es la frágil conexión virtual,
a veces y muchas veces tan realmente
importante para hacer el día de alguien,
mejor.
Pero que, cuando nos deparamos con la
realidad de que los hechos son virtualmente
frágiles... y que ésos que se fueron de
nuestra vida pueden nunca más
retornar...o sí...?
Conocemos finalmente, la muerte virtual...
o no... para ella sólo resta el luto de
una simple, pero sincera, poesía
*in memorian*, por una pérdida sentida y
virtualmente real...y se siente.
Y existe.
Homenaje para los que se fueron
y los que vendrán...