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General: EL JESUS HISTORICO/SU JUICIO Y CONDENA
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Respuesta  Mensaje 1 de 7 en el tema 
De: menahem  (Mensaje original) Enviado: 15/01/2012 22:55

EL PROBLEMA CON EL ARRESTO Y JUICIO A JESUS


Por James Still

Adverntencia: Este texto fue traducido del inglés electronicamente, puede que contenga errores gramaticales.

 

Hay un problema al ocuparse de los varios relatos bíblicos contradictorios de la detención y juicio de Jesús en cuanto a como se relacionan el uno al otro y la práctica judía del día. Nos dicen en el evangelio de Marcos que después de que Jesús entra en Jerusalén, pronto es detenido rezando en el Monte de los Olivos con sus discípulos que escapan cuando lo detienen. (Mc. 15)

El Sumo sacerdote Caifas, un sacerdote Saduceo y asignado por los romanos, buscaba activamente prevenir la rebelión abierta contra Roma no sea que esto se intensificara y pusiera en peligro la poca autonomía que Cesar Augusto dio a los sacerdotes del Templo. Fue Caifas quien envió a la policía de Templo para detener a Jesús, seguramente basándose en que Jesús era sedicioso (rebelde) contra la autoridad romana.

Nuestra evidencia es buena de que Jesús actúo políticamente sedicioso contra la autoridad romana:

1. Varios de los discípulos de Jesús eran conocidos Fanáticos (Zelotes), por ejemplo, Simón el Zelote (Lc. 6:15); Simón Pedro conocido como "la Bar-jona" (Mt. 16:17) una derivación de "baryona" Arameo para "el proscrito" que era un nombre común aplicado a los Zelotes(Fanáticos); Santiago y Juan compartieron el apodo "Boanerges" o en el hebreo " benei ra'ash " es decir " los hijos del trueno " otra referencia común de Fanático; y el Fanático más famoso era Judas Iscariote, "Iscariote" una deformación del latín "sicarius" "o el hombre del cuchillo" que era una referencia romana común a los Fanáticos.

2. El movimiento zelote (Fanático) era una ruptura de los Fariseos que simpatizaban con las causas nacionalistas apoyadas por los Fanáticos y esperaban un Mesías para tomar el trono de Israel. A Jesús mismo se atribuyen muchos refranes que son de origen fariseo, por ejemplo, Mt. 7:12, Mc 2:27, Jn 7:22, B. Yoma 85b (Talmud), Mt. 7:15; y la propia afinidad de Jesús por los pobres demuestra la filosofía farsea. Las acciones de Jesús que no están despolitizadas en los evangelios (parcialmente referidos aquí) indican que Jesús simpatizaba con la causa zelote (Fanática).

3. El Zelote, Judas, se refiere a Jesús como "el Rabino" un título Fariseo. (Mc14: 45) Muchos eruditos se suscriben a la filosofía " camina como un pato, debe ser un pato " y llegan a decir que el mismo Jesús él mismo era un rabino Fariseo. La evidencia parece apoyar esta conclusión, aunque Jesús parezca apoyar una franja del pensamiento Fariseo de sabor más apocalíptico. La teoría de “Jesús como Esenio” todavía cautiva a muchos eruditos como también - una teoría que también apoyaría su papel de Mesías político como se discute aquí.

4. Jesús equipó a sus seguidores con espadas en previsión del problema. (Lc 22:36-38) y por lo menos uno de los partidarios de Jesús se peleó con la policía de Templo para ayudar a resistir la detención de Jesús. (Mc 14:47)

5. La manera en la que Jesús entró en Jerusalén fue la de un rey judío que reclamaba el trono. Convencido de que él era el Rey de los judíos y en el cumplimiento deliberado de la profecía de Zacarías, Jesús pasea en Jerusalén montado sobre el potro de un asno. ¡La gente saluda a Jesús por palmas esparcidas y grita " Hosanna! " El antiguo grito de independencia judía. Que Jesús no haya sabido las acciones sediciosas que esto implicaba, y el impacto político que su acto causaba, sería por lo menos increíble decirlo. (Esto está en contraste directo con los Evangelios que intentan contradecir la acción de Jesús y clamar que él no buscaba un reino terrenal - claramente absurdo dadas las circunstancias.)

Se decía que Jesús, había sido detenido debido a un cargo de blasfemia. La evidencia para esto es sumamente el sospechoso. Comenzamos inmediatamente a cuestionar los relatos del evangelio en cuanto a la investigación preliminar y es probable que los escritores del evangelio no supieran nada de ley judía en cuanto a tales asuntos. Además, los relatos del evangelio pueden estar intentando atenuar la misión política de Jesús ya que cuando los escribieron tenían la ventaja de retrospección y sabían que el resultado político de las acciones de Jesús terminó en fracaso. El evangelio intenta despolitizar a Jesús y al mismo tiempo apoyar su breve tarea como Rey de los judíos relatando acontecimientos que ellos parecían no entender para el contexto judío. Vamos a mirar la historia como Lucas la relata y luego hablar de los problemas de contexto.

Lucas nos dice en el capítulo 26 que Jesús fue llevado en medio de la noche a la casa de Caifas para ser interrogado. Frustrados ante las respuestas de Jesús a sus preguntas en cuanto a si realmente él proclamaba ser el Mesías, los escribas y sacerdotes golpean a Jesús en la cara y lo escupen en señal de repugnancia. Hay varios problemas con este relato del evangelio:

1. Era contra la ley judía para el Sanedrín reunirse fuera de la designada Cámara de Piedra Tallada del Templo y esto no habría sido violado en ninguna circunstancia.

2. El Sanedrín tenía una regla expresa que no podía reunirse de noche porque la justicia debe ser realizada a" la luz de día".

3. La entrada de Jesús en Jerusalén fue probablemente durante el Banquete de los Tabernáculos, no la Pascua de los judíos. (Las hojas de palma esparcidas delante de Jesús mientras entró en Jerusalén no habían estado en la flor durante la Pascua de los judíos). El Sanedrín no se habría reunido durante el octavo día de la fiesta por ninguna razón.

4. ¡Los Mayores del Sanedrín no habrían golpeado o salivado sobre una persona acusada, más que el Tribunal Supremo de EE UU al oír un caso! El relato de Lucas esta completamente fuera de contexto y muestra una notable ignorancia en cuanto a las maquinaciones de la Ley judía.

5. No era blasfemo declararse un “Mesías” o un “Hijo de Dios” más que hubiera sido proclamar ser un ángel. Los Fariseos que componían la mayoría del Sanedrín rechazarían tal cargo inmediatamente ya que la blasfemia sólo podía ser aplicada a alguien que proclamara ser Dios Todopoderoso. La declaración de Jesús de que él era un Mesías, simplemente se refería a su deseo terrenal de ascender al trono de David - un acto de sedición contra Roma seguramente, pero no uno de blasfemia.

Si el Evangelio de Juan debe ser nuestra autoridad, su relato discrepa con el Synopticistas en que el Sumo sacerdote Caifas interroga a Jesús solo y lo acusa de sedición, no de blasfemia, como alegan los Evangelios Sinópticos. Claramente, el autor pseudipigraphical de Juan no es tan ignorante de la Ley judía como son los Sinopticistas para su relato está en contexto con nuestras conclusiones hasta aquí. Si Jesús fue acusado de sedición, entonces una reunión del Sanedrín no sería necesaria, el asunto sería preliminarmente investigado por el Sumo sacerdote antes de volcar el asunto a las autoridades romanas. (En verdad Caifas no desearía implicar el Sanedrín si Jesús realmente era sedicioso. En el juicio de Pedro relatado en Hechos, los Fariseos se opones al Sumo sacerdote y votan liberar al acusado)

Seguramente podemos concluir en este punto que Jesús era de verdad partidario del movimiento Zelote sino en los hechos, entonces seguramente en sus principios. Si Jesús buscara el trono como la evidencia sugiere, habría reclutado la ayuda de los Zelotes militantes. También sus acciones como demandante al trono de Israel - que seguramente habría implicado una rebelión de alguna clase ya que los Romanos no eran fáciles de ceder la autoridad silenciosamente - lo hicieron culpable de sedición contra Roma. Jesús era un patriota para la restauración de Israel. Sus motivos eran políticos y el contexto de sus acciones como encontramos en las partes más creíbles de los Evangelios, apoya esta conclusión.

Complicando más la verdad de los relatos del Evangelio está las motivaciones y las acciones del Procurador romano Poncio Pilatos, a quien Jesús es traído por el Sumo sacerdote. Jesús es entregado a Pilatos, acusado de sedición, y Pilatos cuestiona a Jesús personalmente preguntándole, " Eres tú el Rey de los judíos? " A lo que Jesús contesta " soy. " Por alguna razón, se dice que los sacerdotes, continúan " amontonando acusaciones " contra Jesús a pesar del hecho de que su sedición fue claramente establecida por Jesús mismo. Aún mas extraño, a Pilatos parece ni preocuparle que Jesús reclame ser al Rey de los judíos y Pilatos "se pregunta" si Jesús es peligroso. (Mc 15:1-5) En este punto el autor de Marcos es abiertamente ignorante de los hechos, o está armando un buen cuento por el bien del total de su historia.

Este relato esta bastante fuera del contexto con el monstruo que Philo escribió sobre Gaxo Cesar, diciendo que Pilatos era inflexible "y cruel". Además, Josephus hace un informe de varios sucesos donde Pilatos flagrantemente incita a la insurrección para depurarla cruelmente con sus soldados. Pilatos eventualmente ha sido recordado a Vitellius (entonces Legate de Siria) después de un ataque en particular violento sobre los Samaritanos en 36 dC, y se le ordeno ser enviado a Roma para soportar las acusaciones de la matanza. (Antigüedades 18.4.85) El anti semítico Pilatos no era el tipo al gobernador que habría actuado con hasta la menor cortesía hacia un judío que abiertamente admitiera la sedición. El triste registro de purgas y castigos de Pilatos contra el comportamiento sedicioso era el anatema y la historia lo muestra como uno de los más, sino el más cruel de los Procuradores de Judea.

Estos problemas irreconciliables con la detención y el juicio de Jesús muestran que en los relatos del Evangelio no se puede confiar en la verdad del asunto. Con el misterio y mal entendido alrededor de la detención de Jesús, acoplada con la leyenda y el mito agregado a los relatos posteriormente, la verdad no puede ser nunca conocida totalmente. Pero podemos conjeturar unas pocas cosas: Jesús era una figura política y un demandante al trono de Israel. Su Entrada Triunfal en Jerusalén como la de un Mesías anhelado que destruiría a los Romanos y tomaría su reinado legítimo, terminó en fracaso y crucifixión como un rebelde.

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Respuesta  Mensaje 2 de 7 en el tema 
De: menahem Enviado: 15/01/2012 23:07

Roma y las guerras judías: terrorismo y genocidio

 
 

Durante medio milenio (66-614 dC), los súbditos judíos de Roma se rebelan seis veces. La última los enfrenta con Bizancio (614 dC), tras la desaparición del Imperio de Occidente. En las tres primeras rebeliones (66 -135 dC), mueren hasta 2,5 millones de personas: ¡el 3½ por ciento de la población del Imperio! Cerca de los dos tercios son civiles indefensos: judíos en su mayoría pero también muchos griegos y pobladores helenizados, así como algunos cristianos, tanto gentiles como de extracción judía.
Muchos otros civiles judíos perecen combatiendo, con las armas en la mano. ¿A qué se debe tanta ferocidad?
El emperador Adriano recreado por la gran escritora franco-belga Marguerite Yourcenar en sus famosas 'Memorias' admite cierta responsabilidad por la tercera rebelión y segunda guerra (132-35), liderada por el zelote y mesías presunto Simón Bar-Kokhba, pero más la imputa al fanatismo judío. A diferencia de dacios, cartaginenses, y egipcios, según él, el pueblo judío rehusa cualquier sincretismo con la religión oficial y la cultura de los gentiles, empezando con la griega. Resaltan "el odio, el desprecio recíproco, el rencor" y los "odios y ambiciones centenarios del pueblo judío", aprovechados por Bar-Kokhba y el gran sacerdote Akiba para librar una "guerra sin cuartel", campal y de guerrilla.
Esta, a su vez, lo obliga a tomar "decisiones... feroces" contra este 'Al Qaeda' judío que quebranta la "paz imperial". Porque da pie para el antisemitismo y toma libertades con la historia, esta visión 'cargada' en contra de Israel y parcialmente exculpatoria de Roma ha caído en la incorrección política. Los críticos modernos, especialmente anglosajones, descalifican las 'Memorias', al tiempo que denuncian el genocidio romano contra el pueblo judío.
En realidad, una visión no excluye la otra. El 'choque de civilizaciones' entre los mundos judío y pagano viene de tiempo atrás. Un descendiente sirio de Seleuco, general de Alejandro Magno, intenta imponer a los judíos el culto de Zeus y otras divinidades griegas. Provoca su indignación y la exitosa rebelión de los Macabeos (165 aC), quienes consiguen la independencia para su pueblo y se convierten en dinastía real hebrea. La rebelión es apoyada por hasideos (de donde vienen los fariseos), saduceos y esenios, autores de los manuscritos del Mar Muerto. La decisión cristiana de evangelizar griegos y demás gentiles sin ceñirlos íntegramente a la práctica judaica es resentida como una amenaza profunda por el judaísmo y aleja de éste a los seguidores de Jesús, hasta entonces más corriente religiosa judía que iglesia independiente. Desde Cristo, la población judía desprecia a herodianos y publicanos, 'colaboradores' de Roma. Los publicanos son vistos como pecadores.
Los zelotes o 'celadores de la fe', corriente religiosa nacionalista y teocrática, lideran la Gran Revuelta Judía, primera guerra y rebelión contra Roma (66-73 dC). Buscan restablecer la independencia hebrea por las armas, como los Macabeos, y consideran ilegítima cualquier autoridad que no proceda del 'Dios verdadero'. Entre los zelotes, resalta una facción particularmente violenta y sectaria: los 'sicarios'. En su primera fase (66), la rebelión extermina a los griegos y 'helenizados' de Jerusalén (capital de Judea), Cesárea (en Samaría) y otras ciudades judías, considerados como herejes y aliados al Imperio. La élite judía, también helenizada, huye o es masacrada.
Al terrorismo de los extremistas judíos Roma responde con represión homicida. El futuro Emperador Vespasiano elimina toda resistencia judía del litoral y del norte, cuyos jefes, Juan de Gischala (zelotes) y Simón Bar (sicarios), huyen a Jerusalén (68).
Allí derrotan al liderazgo 'sureño' e imponen su autoridad sobre la población civil, antes de enfrentarse entre sí. Los une el asedio de Tito, hijo y futuro sucesor de Vespasiano, a Jerusalén. Los zelotes queman víveres para imprimirle al conflicto el carácter de guerra a muerte. Así la entienden los romanos, quienes cometen grandes atrocidades. El cruento sitio termina con el incendio del Templo (70) y la muerte de casi todos los moradores: no menos de 600.000 estima Tácito; hasta 1.100.000 personas, según el judío romanizado Flavio Josefo. Los pocos sobrevivientes mueren sin rendirse (71-73: Herodio, Macareo, Masada).
El Imperio esclaviza y deporta 100.000 judíos, arrasa a Jerusalén, cuyo templo no será reconstruido, y la condena a permanece en ruina por 60 años. En Judea no quedan más de 200.000 judíos, políticamente a la deriva. Con la destrucción de la ciudad, el judaísmo pierde su dimensión temporal. El diezmo anual al Templo (medio shekel) revierte al de Júpiter Capitolino en Roma(¡!). Se ahonda la distancia entre judíos y cristianos, también desplazados. En el seno del cristianismo, adquiere preponderancia la vertiente 'gentil'. Crece la desconfianza entre judíos y gentiles, apoyados en Roma y cuyos avatares locales son el helenismo y cristianismo 'gentilizado'.
En 116 dC, poco antes de morir Trajano, la Guerra de Kitos, segunda rebelión judía contra el Imperio (115-17), arranca con otro baño de sangre, según el historiador romano Casio Dío: exterminio de la población griega de Cirene, en el actual litoral libio (220.000 personas), seguido por el de los griegos de Salamis en Egipto (240.000), a donde ingresan los rebeldes. En ese país, la implacable represión romana lleva decenas de miles de judíos a la muerte. Para Adriano, quien asume en 117 DC, el pueblo judío rechaza la asimilación.
El nuevo Emperador busca reconstruir una Jerusalén 'gentilizada', rebautizada Aelia Capitolina por su apellido ibérico ('Aelius'). Para los judíos, la decisión de erigir un templo dedicado a Júpiter en las fundaciones del semimilenario Templo de Jerusalén es sacrílega. También les hiere la prohibición de la circuncisión. Sospechan una voluntad de 'genocidio religioso y cultural'.
En 132 estalla la segunda guerra. Jerusalén, Gaza, Absalón son ocupadas. Los inconformes con los 'celadores' helenizados, algunos cristianos, judíos de otras corrientes- son masacrados.
Estalla una guerra de guerrilla, que cobra la vida de 70.000 a 90.000 soldados romanos y cerca de 600.000 judíos (millones, según el Talmud). Expulsados de Jerusalén, los rebeldes frenan el avance imperial con una política de 'tierra arrasada' y se refugian en Betar, aniquilida por el ejército imperial en 135, junto con otras 50 ciudades y cerca de 1.000 pueblos, o en grutas del desierto de Judea en donde mueren, 'atrapados sin salida' por la legión romana. En Israel, el exterminio romano es conocido como el 'primer Holocausto'. Judea es rebautizada Siria-Palestina y sus moradores judíos son esclavizados o exiliados por 200 años. Solo pueden volver a Jerusalén una vez al año, en verano, para conmemorar su toma (Tisha B'Av). Crece la diáspora judía en Galilea, Babilonia e Italia. El antisemitismo romano perdura dos milenios: lo heredan Bizancio y el occidente cristiano, tras la conversión de Constantino (337), con devastadoras consecuencias.
Durante 70 años hay genocidio contra judíos y griegos, terrorismo y terrorismo de Estado. Roma intenta borrar la identidad judía: religiosa, cultural, política. Mueren hasta 900.000 combatientes y 1.6 millón de civiles. Las pérdidas judías (hasta 1.7 millón) merman una población 'prebélica' cercana a 10 millones (66 dC). Se arraiga un antisemitismo occidental y cristiano incurso en discriminación y muerte. La Shoah es su culminación. Con el Estado de Israel (1948), parte de la diáspora revierte a los linderos prebélicos y el judaísmo recupera una dimensión nacional. Hoy, la población judía mundial (13 millones) es sensiblemente igual a la de 135 dC (12 millones).


Respuesta  Mensaje 3 de 7 en el tema 
De: menahem Enviado: 15/01/2012 23:16
 

judíos preguntas respuestas mashiaj hamashiaj fiestas jaguim shabat shabbat rezos plegaria Dios Pregunta: Estimado More. Yehuda Ribco : Espero se encuentre bien al recibir este email.

Uno de los "requisitos" que debe cumplir el Mashiaj es ser descendiente por linea paterna del Rey David.
1-¿Como se puede saber el dia de hoy quien es o no su descendiente?

2- Es mas, si solo tomamos esto en cuenta, un no judio podria serlo, claro que como otro requisito es el de ser un estudioso y seguidor de la Tora, lo anterior se invalidaria, sin embargo mi pregunta se mantiene, como se puede reconocer esa descendencia en estos tiempos?
3- Por otro lado ud. en algunas rptas ha dicho que el Mashiaj sera reconocido por todo el mundo y no habra duda de nadie acerca de el , ¿De donde saca esa afirmacion ?

4- Y de ser asi, como explica que tantos sabios estudiosos de la Tora y cumplidores de las mitzvot a lo largo de la historia se han dejado "enganar" por falsos mesias si solo bastaba con ver que no eran reconocidos por todo el mundo?

Gracias por sus rptas y por su tiempo.

Shalom.

Arieh B.
País: Lima - Perú

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre y apellidos completos, edad, profesión o actividad, el nombre de la ciudad y país donde vive. Si falta alguno de estos datos, probablemente su email no sea respondido de ningún modo. Presten atención a las REGLAS, gracias.)

Shalom.
Gracias por participar.

1- Hay personas que han preservado su linaje y conocen a ciencia cierta sus orígenes.
Entre estas personas se hallan algunos descendientes del rey David que buen pudieran ser legítimos herederos a su trono, es decir, calificar para ser legalmente el rey de Israel (alias el Mashiaj).
Uno de estos fue el recientemente fallecido Rebbe de Lubavitch z"l. Pero tenemos otros grandes en la lista de extintos posibles postulantes: Rabbí Itzjac Luria, el Baal ShemTov, el Gaón de Vilna, Rabbí Jaim David Azulay, entre otros.

Por otro lado, y más allá de si el postulante sabe su linaje o no, el profeta Eliahu/Elías arribará poco antes de la restauración del trono davídico, y bajo el mandato de Dios y con el conocimiento divino a él revelado, establecerá públicamente sin dudas la identidad del Mashiaj. Tal como fuera profetizado: "He aquí Yo envío Mi mensajero, el cual preparará el camino delante de Mí... He aquí Yo envío al profeta Elías antes de que venga el día del Eterno, grande y temible." (Malaji / Malaquías 3: 1,23).
Como requisito indispensable, el Sanhedrín, es decir el gobierno judío, proclamará el título real del que ha sido postulado por el profeta (o por el Sumo Sacerdote).
Sin conjunción de profeta (o Sumo Sacerdote) y Sanhedrín, no hay nadie digno de cargar el título de Mashiaj.
Así es la ley, y así lo fue siempre en los casos de continuidad de la estirpe en dudas o interrumpida.

2- El rey de los judíos obligatoriamente debe ser judío.
Un descendiente de la casa real por línea paterna, pero gentil por la rama materna, jamás tuvo, tiene o tendrá derecho a reinar sobre Israel.
Tal como está ordenado explícitamente: "A uno de entre tus hermanos constituirás como rey sobre ti. No podrás constituir sobre ti a un hombre extraño, alguien que no sea tu hermano." (Devarim / Deuteronomio 17:15).

3- Todos los que continúen con vida reconocerán sin dudas el reinado del rey de Israel, tal como lo que anunciaron los profetas, y especialmente por la comprobación de los hechos a la vista del mundo: victoria total en la guerra contra los enemigos de Israel y los judíos; constitución de un firme reino judío en Israel; paz universal; retorno de los judíos a Israel; retorno de los judíos a la Torá y los preceptos; restauración de un trono judío en Israel; prosperidad general; amor a Dios en el mundo; etc. (ya hemos dado en otra oportunidad las evidencias para reconocer al Mashiaj por las obras que se manifestarán en tiempos de su reinado; búsquelas por favor).
Un texto profético, entre decenas posibles, es muy claro: "El Eterno ha descubierto el brazo de Su santidad ante los ojos de todas las naciones. Todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Elokim." (Ieshaiá / Isaías 52:10).
Si usted sabe el valor de los textos proféticos de Israel, sabe entonces que no puede dudar de que esta palabra es verdadera, y de que algún día la salvación de los judíos se producirá ante la vista de las naciones, y nadie osará dudar de la majestad de Dios. Y mirarán al que conduce a Israel, al Mashiaj, y lo elogiarán por conducir a la nación de Dios, y por ser Su fiel siervo. Como ocurriera con Faraón y los suyos en el fugaz atisbo de Era Mesiánica que fue la redención de Egipto, cuando: "El Eterno dio gracia al pueblo ante los ojos de los egipcios. El mismo Moshé [Moisés] era considerado como un gran hombre en la tierra de Egipto, tanto a los ojos de los servidores del faraón, como a los ojos del pueblo." (Shemot / Éxodo 11:3).

4- Hasta donde yo conozco, tan solo un sabio de Israel se confundió con un falso Mashiaj (cuando podemos contar decenas de falsos Mesías a lo largo de la Historia, Jesús el más tristemente célebre).
Fue el Rabbi Akiva, que confió apresurada y desmedidamente en el héroe Bar Kojba, quien con esmirriadas fuerzas tenía suficiente poder como para mantener a raya al imperio romano y pudo restaurar brevemente un estado de judíos en Israel (132-135 EC).
Finalmente la ilusión cayó bajo la bota del depravado invasor, haciendo añicos el sueño de haber iniciado la Era Mesiánica.
¿Qué llevó al inmenso Rabbí Akiva a confundirse?
Pues: su deseo de que el arribo del Mashiaj sea un hecho en épocas de terrible penurias para la nación de Dios, y por las claras evidencias que se estaban desarrollando en los hechos.
El verdadero error del sabio quizás fue en apresurase en señalar a Bar Kojba como Mashiaj, sin dar tiempo a que se manifestaran plenamente las obras que proféticamente estaban declaradas que debían concretarse.
Si el dolor por ver a su nación quebrada no lo hubiera impacientado en aferrarse a la esperanza, seguramente que el Rabbí Akiva no hubiera señalado al héroe fracasado como Mashiaj.
Sin embargo, esto no es para impresionarnos negativamente.
Tomemos un ejemplo más cercano.
¿Conoce usted la Talidomida?
Se anunció hace unas décadas con bombos y platillos haberse descubierto una droga inocua para evitar el mareo en las embarazadas.
Era la Talidomida (actualmente se usa también para la lepra y el SIDA y otros males).
Afamados médicos publicitaron y recetaron esta medicación milagrosa, apoyados en pruebas de laboratorio exhaustivas.
No había duda razonable posible: era una substancia milagrosa.
Lástima que los resultados macabros se manifestaron más tarde: bebes nacidos con malformaciones congénitas provocadas por la droga maravillosa.
Así pues, que un grande se confunda ante la esperanza que parece concretarse, ¡no tiene nada de extraño!
Gracias al Cielo que en el judaísmo no se acepta como sagrada la palabra de un individuo, sino que la Verdad surge de la Torá, y la verdad de la confrontación de argumentos válidos entre los mortales.
Entonces, ya lo sabe, si un Sanhedrín declara a una persona como el Mashiaj, ¡puede tener confianza de que se ha hecho lo necesario para no incurrir en error!
Pero, si un individuo o grupúsculo exalta a uno como Mashiaj, entonces... ¡desconfíe! (Mire los desastres que el falso mesianismo de Jesús produjo: ¡el re-surgimiento de una religión pagana y antagónica a Dios! Mire lo que Shabetai Tzvi y su falso mesianismo acarreó a los ingenuos judíos atormentados del 1648).
Por ser un grande, Rabbí Akiva reconoció su error de percepción antes de que fuera realmente demasiado tarde. Cuando el presunto Mashiaj murió y la obra profetizada no fue culminada, entonces, era claro que no era el Mashiaj.

En resumen, cuando los hechos hablen por sí mismos, entonces, será evidente quién está siendo el rey de Israel. Cuando los cuatro puntos aquí respondidos sea hayan cumplido, entonces estaremos en la Era Mesiánica.

Antes de despedirme, un recordatorio: ¿Ya ha colaborado con nuestra tarea sagrada?

Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom, Iebarejejá H'.

Yehuda Ribco

E-mail: comentario@serjudio.com?subject=Rap2195

 
 



Respuesta  Mensaje 4 de 7 en el tema 
De: Padre mío Enviado: 18/01/2012 21:36
En lo personal, me es patético y pusilánime el fanatismo mesiánico de diferenciar el "Jesús griego" y el "Yeshua hebreo". Sin embargo, en este caso sí es estratégico resaltar esas diferencias, no porque sean personajes distintos en la historia, sino personajes distintos en la memoria historiográfica colectiva.

El Jesús griego, ese sincrético personaje advocación de Osiris, Dionisos y Mithras; el Cristo de la fe; es muy diferente de lo que podemos interpolar de un predicador judío del siglo I, el "Yeshua hebreo". El Jesús griego tiene larga cabellera tratada con los shampoos de estilista más codiciados. Ropajes de la más moderna árabe Dubay. Un infinito amor como solo los ositos cariñositos. Y una esperanza de salvación como solo los Power Rangers lo pueden hacer. Vaaaa!!!!

Eso no cuadra en un escenario bélico, rural y pobre como Palestina del siglo I. El Yeshua hebreo seguro tuvo el cabello enmarañado, generalmente sucio. Ropaje haraposo debido a la geografía y actividad misionera. Viviendo en una encrucijada, entre ser un predicador de la buena Ley y mediar el acento bélico de la época. ¿Que Jesús de Nazaret fue zelote? No lo creo. He visto más de un artículo sobre el tema mostrando sugestivas pruebas a favor de ello. Sin embargo, también he visto que van acompañadas de cierto sentimiento antiJesús, que le resta imparcialidad a los ensayos. He leído varias de las obras de los historiadores de la época, como Josefo, Tácito, Suetonio, Plinio; y claro, el NT. Suficientes para darme cuenta que, NO hay prueba donde los "cristianos" hayan sido llamados a la guerra pro Israel. NO hay evidencia de que Jesús haya impuesto un sentimiento bélico proIsrael en sus seguidores. No encontrar estas pruebas ni por extrapolación, sugiere que Jesús NO fue zelota. Que los conoció y convivió con ellos, es casi seguro, pues sabemos que los zelotas tuvieron su base en Galilea, en Genezaret. Sabemos con cierto margen de error, la especulación sobre los "sicarios" dentro del apostolado. Sabemos que les mandó hacerse de espadas, pero 1) en una situación tan hostil, no se puede actuar como osito cariñosito. Y 2) hasta los esenios, esos hombres piadosos, cargaban espadas. Sobre que Jesús trae espada y no paz, es debatible, pues religiosamente toma mucho sentido, y no solo político.

Los creyentes, los creyentes cristianos gentiles, nos han legado la pena de muerte por blasfemia transformada en sedición con Pilatos, pero es relato militante. No fue escrito por Jesús. Como podemos comprobar en Josefo, ocurre algo parecido con el Bautista como es mencionado en otro tema. Según Josefo, Juan es asesinado por temor a sublevaciones políticas, mientras que en los evangelios es por causas "religiosas". Lo que nos lleva a recordar y concluir que ambas son inherentes, no es por una u otra que fueron asesinados, sino por las 2. La causa formal fue política, pero la real fue religiosa. 





Respuesta  Mensaje 5 de 7 en el tema 
De: Padre mío Enviado: 18/01/2012 21:36
Respuesta Eliminar Mensaje  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Padre mío Enviado: 14/01/2012 01:27

Mas plugo a Yahveh quebrantarle con dolencias. Si se da a si mismo en expiación verá descendencia, alargará sus días, y lo que plazca a Yahveh se cumplirá por su mano. Por sus desdichas justificará mi siervo a muchos, y las culpas de ellos él soportará”; Is LIII, 10-11. Jesús  fue ungido para ser profeta, un profeta mártir (qué raro en Israel!), el siervo sufriente por el que se complace Yahveh.

La unidad sectaria judía era tal, que un plebeyo podía homogeneizarse en ellas sin remordimiento de ser tachado de indeciso o convenenciero tan fácilmente. De esta forma cualquiera podía seguir a Jesús mientras no se despegara del común sectario judío. Ya hacia el final de su ministerio, Jesús ganó mucha popularidad en toda Palestina: “Cuando Jesús entró en Jerusalem, toda la ciudad se alborotó, y muchos preguntaban: ¿Quién es este? Y la gente contestaba: Es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea”; Mt XXI, 10-11. Suceso que pasmó al Sanedrín: “¿Qué haremos? Este hombre esta haciendo muchas señales milagrosas. Si lo dejamos, todos van a creer en él y las autoridades romanas vendrán y destruirán nuestro Templo y nuestra nación”, Jn VII, 47-48. ¿Por qué los romanos iban a destruir la nación por causa de Jesús? El historiador romano Tácito ofrece una pista muy importante, dice que en los romanos “creció su indignación de que solo los judíos no se rindieran”. La nación judía fue la más indómita dentro del Imperio y solo se necesitaba un pretexto para ser aniquilada, como bien sabía el Sanedrín.

Ahora, recalcando la gran popularidad del Nazareno en Palestina, y recordando que era natural de Galilea, en donde ocurrió gran parte de su ministerio, no debe pasar inadvertida la vecindad del movimiento de Jesús con el movimiento antirromano zelota, con centro en Genezaret, poblado hermano de Nazaret. El mismo Tácito confirma la muerte de Jesús a manos de Poncio Pilato, lo extraño es que califica al movimiento de [ese] “Christus” de “peligrosa superstición [judeo-egipcia]” hecho indespegable de Hechos XXI, 38 en donde Pablo estuvo a punto de ser linchado afuera del Templo [de Jerusalén] por haber sido confundido con un tal “egipcio” antirromano: “Entonces, ¿tú no eres aquel egipcio que hace algún tiempo comenzó una rebelión y salió al desierto con cuatro mil guerrilleros?”. Detalles que, aunque tal vez ajenos, muestran una sugestiva lógica que infiere una relación directa o indirecta entre Jesús y los zelotas. O, una cantidad alarmante de zelotas al simpatizar con su mensaje actuaron bélicamente en su nombre, que hasta pudieron ver en él al “rey-caudillo-judío” (Jn VI, 14-15); o, por estar tan cercanos ambos movimientos llegaron a ser confundidos o hasta fundidos. Por las circunstancias narradas por los evangelistas y Tácito, ocurrieron las dos; el movimiento zelota, liderado por varios agitadores entre ellos aparentemente Jesús, cuya popularidad ya era estrepitosa, era el pretexto necesario y suficiente para la destrucción judía. Y sabiamente Caifás concluyó “que es mejor que muera uno solo por el pueblo y no que perezca toda la nación” (Jn XI, 50); pues asesinando a Jesús el sentimiento bélico se relajaría, lo que evitaría la aniquilación judía. Además, que al mismo tiempo “mataría dos pájaros de un tiro” pues se desharía de su adversario religioso… La envidia y el temor de ser desplazados doctrinalmente también movieron a Caifás y a las altas esferas religiosas a actuar de esa manera.

Jesús también estaba enterado de la amenaza romana y concordó amargamente con el Sumo Sacerdote. Ofreciéndose en sacrificio vería descendencia… Qué clase de descendencia, pues en principio la profecía se puede referir a tres cosas: (1) Hijos, (2) raza y (3) doctrina. La primera carece de sentido y las otras son igualmente válidas, pues su muerte sería el aliciente que aseguraría la permanencia de su mensaje (tal como ocurrió), y como además es cosmopolita, alentaría a los suyos a una dispersión temprana antes del desastre, resguardando así el linaje judío. Y según estas circunstancias, ciertamente postergó la catástrofe judía que, como se veía, sería de una envergadura mucho más alarmante.

Estas especulaciones son confirmadas por la condena y forma de muerte, típica forma de morir de un agitador fanático como señal de advertencia para todo insurgente, pues el escrito sobre su cabeza fue una señal humillante que indicaba “aquí esta su rey”.

Pero claro esta que la persona de Jesús era intachable, tenía que morir, pero no había pretexto para ello: “Los jefes de los sacerdotes y toda la Junta Suprema buscaban alguna prueba falsa para condenar a muerte a Jesús, pero no la encontraron, a pesar de que muchas personas se presentaron y lo acusaron falsamente”, Mt XXVI, 59-60. La acusación por ser el “mesías hijo de Dios” carece de sentido, pues, primero, en esos tiempos  hubo muchos “mesías” (patentado por Josefo y Lucas) que no fueron acusados por ser “hijos de Dios”. Y segundo, era común autonombrarse de esa forma, entre ellos los esenios (Sab II, 12-20). Tampoco Herodes ni Pilato encontraron motivo para matarle, pues ni con la acusación de ser “rey de los judíos” había consistencia: “Pilato reunió a los jefes de los sacerdotes, a las autoridades y al pueblo, y les dijo: Ustedes me trajeron a este hombre, diciendo que alborotaba al pueblo; pero yo lo he interrogado delante de ustedes y no lo he encontrado culpable de ninguna de las faltas que lo acusan. Ni tampoco Herodes, puesto que nos lo ha devuelto. Ya ven, no ha hecho nada que merezca pena de muerte. Lo voy a castigar y después lo dejaré libre. Pero todos juntos comenzaron a gritar: ¡Fuera con ese!... Pilato, que quería dejar libre a Jesús, les habló otra vez pero ellos gritaron más alto: ¡Crucifícalo!... y tanto gritaron que consiguieron lo que querían…”, Lc XXIII, 13-25. Fue la forma, la “única forma legal” de matarlo y evitar el pogromo de pogromos judíos.

Tiene que ser diáfano que Jesús sí era un agitador, pero un agitador religioso, NO político. Los beligerantes políticos eran otros como los zelotas y Jesús se convirtió en el pretexto del movimiento insurgente. Le gustara o no a Jesús, se convirtió en un lábaro de insurgencia debido a la enajenación mesiánica davídica, que era de naturaleza política.

Al conocer la historia de Israel y su mala fama de maltratar y hasta matar a sus mentores espirituales, por excelencia sus profetas, no debería sorprender que hayan matado a Jesús. La profecía del “siervo sufriente” funciona de esta manera como una ironía, un epigrama, diciéndole a gritos a los oídos sordos judíos: “Israel, tu naturaleza es menguar a tus profetas”. No hay que ver mas de lo que no hay, Juan el bautizante es tan siervo mártir de Yahveh como lo fue Jesús, pero, según se infiere de los evangelios, Juan sí marcó, o sí supo marcar su raya como activista religioso y no político.

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Respuesta  Mensaje 6 de 7 en el tema 
De: MENORAH Enviado: 19/01/2012 06:31

Al conocer la historia de Israel y su mala fama de maltratar y hasta matar a sus mentores espirituales, por excelencia sus profetas, no debería sorprender que hayan matado a Jesús. La profecía del “siervo sufriente” funciona de esta manera como una ironía, un epigrama, diciéndole a gritos a los oídos sordos judíos: “Israel, tu naturaleza es menguar a tus profetas”. No hay que ver mas de lo que no hay, Juan el bautizante es tan siervo mártir de Yahveh como lo fue Jesús, pero, según se infiere de los evangelios, Juan sí marcó, o sí supo marcar su raya como activista religioso y no político.

W.......PADRE MIO CON CON TODO RESPETO VOY A DISCREPAR CON USTED EN EL ISRAEL DE LOS TIEMPOS DE YESHUA LA LINEA QUE SEPARABA LA POLITICA DE LA RELIGION ERA MUY FINA POR ESO DECIMOS QUE LO QUE LLEVARON A CABO JUAN Y JESUS FUE UNA CAMPANIA DE AGITACION MESIANICA -POLITICA CUYO OBJETIVO PRINCIPAL ERA BARRER CON LOS OCUPANTES ROMANOS Y RECLAMAR PARA JESUS EL TRONO DE ISRAEL AL QUE EL TENIA DERECHO POR SER HIJO DE DAVID JESUS NO FUE LLEVADO ANTE PONCIO PILATOS POR ANDAR PREDICANDO AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS,NI POR CURAR EMFERMOS .
 
ESTO ES HISTORICO PARA ARRESTAR A JESUS SE UTILIZO A UN TRIBUNO CON SEISCIENTOS VETERANOS DE LAS COHORTES A ESO SUMENLE 200 LEVITAS POLICIAS DEL TEMPLO ESO ES UN PEQUENIO EJERCITO SOLO PARA ARRESTAR A 11 PACIFICOS ILUMINADOS CON SU JEFE A LA CABEZA?LO DUDO Y MAS ASOMBROSO TODAVIA ES QUE TODO SE BASABA EN UNA ACUSACION DE ...BLASFEMIA !!PILATOS ERA LA MAXIMA AUTORIDAD ROMANA EN JUDEA HABLAR CON EL ERA COMO HABLAR CON CESAR(POR CIERTO ERA NIETO ADOPTIVO DE TIBERIO)COMO IMAGINARSE A PILATOS JUZGANDO A ALGUIEN POR UNA ACUSACION DE BLASFEMIA A LA RELIGION JUDIA,RELIGION QUE EL NO CONOCIA NO AMIGO JESUS FUE LLEVADO A PILATOS COMO CANDIDATO AL TRONO DE ISRAEL Y AL SER DE SANGRE REAL SOLO PILATOS TENIA AUTORIDAD PARA JUZGARLO ...UN SALUDO Y ME GUSTAN MUCHO SUS COMENTARIOS..... MENORAH

Respuesta  Mensaje 7 de 7 en el tema 
De: Padre mío Enviado: 19/01/2012 07:18
Estoy consciente y enterado de la situación política intransigente de Roma, su emperador y del "pacífico" Pilatos ante la insurgencia.

Estoy consciente de la forma de muerte de Jesús como un insurrecto, y que muchas cosas apuntan a ello, más que la absurda blasfemia, que en ello estamos de acuerdo. Sin embargo repito sintéticamente:

¿Los discípulos de Jesús creían en él como Mesías Rey? R: Sí irrefutablemente, de allí que los discípulos de Emaús relataron su desepción, y antes de ascender, Jesús fue cuestionado por el restablecimiento de Israel.

¿Jesús se creía Mesías Rey? R: Sí con reservas. Jn VI, 14-15 relata que huyó a tal nombramiento.  Atisbo que Jesús estaba convicto de su mesianidad, tanto como profeta como rey, tal cual David; pero a simple inspección y más retenida observación, sopesa más en la balanza un Rey mediador que rey beligerante, pues...

¿Los discípulos de Jesús se unieron y fueron llamados a la guerra pro Israel? R: NO, no hay prueba, ni siquiera indicios de ello. Si Jesús fuera un auténtico insurgente, un rey beligerante, habría pruebas en los mismos evangelios de tal convocatoria; lo más claro, es que ni en los historiadores de la época como los citados, hay convocatoria cristiana pro Israel. Si Jesús fuera un genuino agitador político existiría un llamado a la guerra santa.

Aceptar Jesús su condición de rey, era inevitable una muerte sediciosa vergonzosa, fuera buena persona o no, fuera culpable de sedición o no, su muerte trágica era inevitable.

Sobre la fina línea que separa la política de la religión en Judea, no la hubo. La religión y la política en Israel siempre fueron una misma cosa: Moisés jefe religioso y político; los jueces igual; los reyes igual; los sacerdotes del Sanedrín, igual. La ley política (halaja (?)) depende de la Ley de Moisés, ley religiosa.

Gracias por los comentarios; tus y los comentarios de los demás me siguen ayudando a verificar mis conclusiones y cambiar lo que haya que cambiar en mis ideas.

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