La ciencia tiene la palabra
Según estudios realizados por geofísicos del Instituto de Tecnología de California (USA) y través de mediciones indirectas en la frontera entre las zonas líquidas y sólidas, se estima la temperatura interior del planeta en 6.300° C y en principio, en el "centro", alcanzaría los 6.600° C., mayor que la reinante en la superficie del Sol.
Con estas cifras, admitir la idea sobre la oquedad de la tierra parece bastante disparatado.
De todas formas, debemos reconocer que a la ciencia le queda mucho aún por investigar sobre la estructura interna del planeta, porque a pesar de las prospecciones (apenas un 0.2/0.5% del radio terrestre) y sondeos que los geólogos han realizado, la composición de su núcleo no ha sido determinada con total seguridad.
Una hipótesis - aparecida en la revista Science - del doctor Ronald Cohen llevaría a examinar algunos planteamientos de ser cierta:
"el corazón terrestre es una inmensa bola de 2.400 Km. de diámetro, pero no de hierro sino de cristal, formada por átomos de hierro con su propio campo magnético".
Lo que parece fuera de toda duda par la comunidad científica es que de existir seres intraterrestres tendrían una estructura física y atómica diferente, y así podría estar "habitado" el interior del planeta por criaturas basadas en la química del silicio en lugar de la del carbono, tal y como propuso en su día el astrónomo norteamericano Thomas Gold (profesor emérito de Astronomía de la Universidad americana de Cornell).
Evidentemente se tratarían de organismos microscópicos capaces de desarrollarse a enormes presiones y temperaturas en el interior de la corteza terrestre, residiendo en los pequeños poros que se encuentran en las rocas y obteniendo la energía necesaria para vivir de diversos minerales y gases disueltos.
Esta posibilidad se ha considerado prácticamente inviable por la casi totalidad de los biólogos.
Pero según Thomas Gold, en el interior de algunos laboratorios geológicos se han conseguido muestras de gran profundidad y se han observado como diferentes rocas presentaban señales de la acción de estos organismos basados en el silicio que habrían pasado inadvertidos hasta ahora.
Lejos de la especulación, las únicas "criaturas" que desde hace 40 años se sabe llegan a tolerar condiciones y marcas de 3.500º C. son las llamados hipertermófilas. Viven alrededor de chimeneas volcánicas, de fondos oceánicos, o en el agua que fluye de los géiseres. La mayoría de estos organismos son bacterias unicelulares que obtienen la energía al combinar oxígeno con sulfuro de hidrógeno.
Constituyen auténticos fósiles vivientes, pues han permanecido casi sin cambios a lo largo de miles de millones de años.
Agartha y el mito del Rey del Mundo. ¿Realidad espiritual o material?
Antiguas tradiciones religiosas asiáticas (budistas tibetanas, enseñanzas hindúes, chamanes de Mongolia) desde tiempos remotos dan por cierta la existencia de un reino inmortal "invisible" donde se escondería un reducido colectivo de personas, excepcionalmente sabias y poderosas, procedentes de los continentes hundidos del Atlántico y del Pacífico.
En Oriente este mundo idílico oculto es conocido como Agartha o Sambalah y en América del Sur como la ciudad del Disco Solar. Muchos sitúan este reino en valles perdidos de las cordilleras al norte del Himalaya, y otros en cavernas inaccesibles de los desiertos próximos al Gobi. Este pueblo subterráneo estaría regido por los designios de un misterioso personaje: el Rey del Mundo.
Investigadores de culturas religiosas como Andrew Tomas han estudiado a fondo este mito universal aceptando como real su existencia. Otros estudiosos, como René Guénon, han visto en la figura del soberano de este mundo intraterrestre -a caballo entre lo divino y lo humano- un principio, una dignidad y un estado espiritual:
"Es la inteligencia cósmica que refleja la luz espiritual pura".
(R. Guénon, El rey del mundo)
Para otros, este tipo de mito entronca con todas las historias "fabulosas" que circulaban por occidente a propósito del reino del Preste Juan, misterioso soberano de quien según Marco Polo hablaban todos en el gran imperio y recibía tributos de la mayor parte de los gobernantes asiáticos.
Al parecer, en los archivos del Vaticano se encontraría parte de la correspondencia que mantuvo el mítico rey-sacerdote de Oriente con algunos monarcas y prelados de la Iglesia.
Es posible que todas estas narraciones que hemos rescatado del pasado funcionaran como un factor sugerente para sacar a las personas de Europa.
Las salidas del continente ya habían sido promovidas por el papado en las cruzadas, y el Preste Juan (o el Rey del Mundo) sería la "idea" que movilizaría a los hombres. Representaba la figura de un rey con un enorme imperio, situado tras las líneas musulmanas en el que abundarían enormes riquezas.
Para Helena Petrovna Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica, este reino no es ninguna utopía.
H. Blavatsky declararía en más de una ocasión estar en contacto con los Mahatmas (misteriosos personajes del Asia Central que detentaban poderes sobrenaturales) que le transmitían a menudo mensajes de fraternidad y misteriosas profecías destinadas a aviso y cuidado de un mundo en eminente peligro de autodestrucción. Según ella, Moisés, Platón, San Pablo... habrían sido teósofos iniciados por miembros de este Gobierno oculto.
No fue hasta 1933 cuando James Hilton popularizó en Occidente la leyenda de Sambalah en su novela Horizontes Perdidos, donde narra como una comunidad de grandes sabios, llamados Rishis o Mahatmas (grandes almas) viven en un paraíso de ciencia mística, oculto en algún lugar al norte del Tíbet, entre los macizos de Altin-Tag y Kum-Lum, Altai en Mongolia, Tsaidan y China.
Habitantes de estas regiones atestiguaron la presencia de seres luminosos vestidos con simples túnicas blancas en medio del duro invierno tibetano.
El marqués Alejandro Saint-Yves d´Alvèdre mantuvo haber sido visitado en 1885 por dos misteriosos personajes, enviados por el gobierno universal oculto de la presente humanidad, los cuales le revelaron la existencia de Agharta y su organización espiritual y política.
Con estas revelaciones, Saint-Yves escribió un libro de 200 páginas que mandó editar; pero apenas había salido la obra de la imprenta, el marqués ordenó su destrucción, ya que al parecer "contenía terribles secretos".
Un solo ejemplar se escapó a la destrucción del que se haría una reedición fotomecánica, y que según cuentan, los nazis, durante la ocupación alemana, acabarían por destruir.
Los aventureros Nicholas Roerich y Ferdinand Ossendowski
Viajeros occidentales como el científico polaco Ossendowski y el pintor ruso Roerich, escucharon contar a los lamas y nativos relatos sobre túneles que convergían a un fabuloso país subterráneo donde habitaba una poderosa raza de seres que se daría a conocer cuando la humanidad hubiera llegado a unas condiciones en que pudiera recibir los conocimientos necesarios, y saldrían a la superficie para crear una nueva civilización de paz (Nostradamus anunció en sus Centurias que habría de llegar algún día el Gran Rey) ¿Quién sabe?
Ossendowski fue el primero en recoger el testigo de Agartha.
Durante su huída por Siberia y Mongolia, perseguido por el ejército rojo, alcanzó tierras casi desconocidas en torno al desierto de Gobi, Manchuria y las inmediaciones del Tíbet - supuesto enclave del reino perdido.
Contactó en sus investigaciones con privilegiadas fuentes de información:
aristócratas y lamas mongoles y el bibliotecario del propio Buda viviente.
Dejó memoria de todo en el último capítulo del libro Bestias, hombres, Dioses.
El libro daría cierto cariz de credibilidad a la existencia de Agartha, aunque muchos lo tacharían de sensacionalista y muy poco o nada riguroso.
Roerich también sintió la llamada del Himalaya y abandonó la fama para dedicarse a luchar en pro de la paz, desde su refugio en el valle de Kulu, en las montañas de Cachemira (1917). Recién muerto Lenin, en 1924, Roerich llegaría a Rusia como portador de un mensaje que le había sido transmitido por los Mahatmas (nuevamente) que habitaban en algún lugar ignorado dentro del paralelo 42.
Juan Parellada de Cardellac cuenta en su libro Reinos perdidos y claves secretas que el explorador ruso habría dejado constancia en sus escritos del avistamiento de un OVNI - lo definiría como un ingenio metálico - que vio elevarse de un valle del Gobi en dirección al Tíbet.
El Dorado y el Coronel Fawcett
Por muchos definida como "la ciudad subterránea post-Amazónica, ubicada en la cordillera central y oriental del Perú que ha despertado innumerables sueños", el mito de El Dorado tomó el nombre de,
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Paititi en Perú
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Omagua en Venezuela
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Manoa en la Guayana
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Shangri-la de los Andes
Ligado a la leyenda de El Dorado aflora la historia del coronel Fawcett, viajero inglés que descubrió en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro una carta (enviada por el bandeirante Francisco Raposo al vicerrey, 1754) en la que se describía el hallazgo un año antes de una extraña ciudad de piedra en el noroeste del estado de Bahía, mientras Raposo buscaba las minas de plata de Muribeca.
Extraviado en el Matto Grosso, el aventurero portugués y sus compañeros divisaron en la montaña una escalera monumental tallada en la roca que conducía a un impresionante pórtico que se abría a una fantástica ciudad. Al manuscrito (conocido como el nº 512), le acompañaba un mapa que situaba esta ciudad en los alrededores del río Xingu -afluente del amazonas.
Fawcett, acompañado de su hijo Jack, penetró en la selva amazónica en busca de la ciudad perdida. Nunca volvieron.
Se da la circunstancia de que tanto en la región sudamericana, como en las áreas que englobaría la leyenda de Agartha, han sido escenario de frecuentes apariciones OVNI. Esto ha llevado a algunos ufólogos a creer que los OVNIs podrían ser vehículos de una civilización pasada, altamente desarrollada, que permanece oculta, y sus contactos con el exterior se establecen a través del Triángulo de las Bermudas, las islas Canarias, los polos o el Tíbet.
Contados como Eugenio Siragusa afirman que hoy día, en el subsuelo, existen bases de "hermanos del cielo" construidas con inmensas placas de cristal, supuestamente guiadas por maestros interplanetarios de la 4ª y 5ª dimensión.
La aventura nazi también tuvo este mito en consideración, pues como se ha comentado ya hasta la saciedad, Hitler y su círculo íntimo llegaron a estar persuadidos de la realidad de este mundo oculto tras la lectura de The Coming Race (La Raza Que Vendrá) de Bulwer-Lytton.
¿Envió el führer expediciones especiales en busca de la entrada a... con la intención de aliarse con civilizaciones internas?
Rigurosamente hablando, por las investigaciones llegadas a cabo hasta el momento, podríamos concretar que si alguien o algo se moviera allí abajo, lo sabríamos. Puede que todos estos relatos - parafraseando a Serge Hutin - no sean más que símbolos de la perpetua nostalgia humana de un paraíso terrestre que sólo existe en el universo de la leyenda.
Sin embargo, debemos admitir un desconocimiento importante de los lugares donde se centran estas tradiciones, pues en territorios tan vastos e inhóspitos, TODO parece ser posible.
Actualización
Hasta se dice que Hitler escapó por el Polo Sur
Muchos en el principio del siglo XIX habían popularizado una tierra hueca. Esta idea se tomó gravemente en historia de América.
John Simms un Capitán anterior y héroe decorado en los EE.UU. El ejército dedicó su vida a emprender la teoría de una tierra hueca. El creyó había una civilización que existió allí también, con aperturas en ambas astas. El murió en 1829 con su sueño no realizado pero sus ideas eran responsables del gobierno infortunado - la Expedición apoyada de 1838-1840 al Antártico dirigió por Charles Wilkes...
Dicen algunos que Hitler y muchos de sus acólitos nazi escaparon Alemania en los días finales de la segunda Guerra mundial y huyeron a la Antártida donde en el Polo Sur ellos habían descubierto una entrada al interior de la Tierra.
Según la Sociedad de Investigación de la Tierra Hueca en Ontario, Canadá, ellos están todavía allí.
Después de la guerra y los reclamos de la organización, los Aliados descubrieran que más de 2.000 científicos de Alemania e Italia se habían desaparecido, junto con casi un millón de personas, a la tierra más allá del Polo Sur por medio de naves súper desarrolladas.
La leyenda en el Oriente
En India hay una creencia antigua, todavía tenido por algunos, en una carrera subterránea de personas de serpiente que moran en las ciudades Patala y Bhogavati.
Según la leyenda, ellos luchan contra el reino de Agharta.
"Los Nagas," según "Los Habitantes Profundos," "son descritos como una especie muy avanzada, con una tecnología sumamente desarrollada. Ellos abrigan también un desdén para seres humanos, quien ellos son dichos secuestrar, atormentar, cruzar con e incluso comer".
En Tibet, hay un relicario místico mayor llamado también 'Patala,' que es dicho por las personas para allí sentarse encima de un sistema antiguo de caverna y túnel, que alcanza a través del continente asiático y posiblemente más allá.
Los Nagas tiene también una afinidad con el agua, y las entradas a sus palacios subterráneos a menudo son dichas estar escondidas en el fondo de lagos y ríos profundos".
Y Para Terminar
La teoría facilitaría de la explicación de otros enigmas como el famoso Triangulo de las Bermudas... y que también estaría mas acorde a las leyes físicas que indican que a 'fuerza = masa x aceleración', siendo la gravedad una fuerza, obviamente, y también conociendo el peso que afirman los libros de nuestro planeta, no deberíamos estar pegados al suelo?
Mucho se habla, poco se publica, estamos de nuevo en medio de otra de esas verdades totalitarias?
“La autoridad no es la verdad, la verdad es la autoridad.”