De una gran diversidad de espiritualidad existente en el mundo, a lo menos se pasa a mencionar de manera correlativa y razonada "la espiritualidad sagrada, espiritualidad satánica, y la espiritualidad esotérica”, a las cuales se les da una versión los más concreto posible, a los fines de aproximarse no a la simple teoría, sino a una realidad existente, que en la sociedad difícilmente podría el individuo estar ajeno, según la situación en la que se encuentre.

I. Espiritualidad Sagrada:

Es una forma de vivir conforme al espíritu y no conforme a la carne, es decir <>. De someter el cuerpo humano a realizar frutos netamente espirituales. Y que aún el deber de todo cristiano de luchar contra las regiones espirituales de maldad. 

Del concepto de la espiritualidad sagrada se devienen dos situaciones en las que los verdaderos creyentes de la doctrina de Jesucristo siempre se han de encontrar relacionados material y espiritualmente:

• La oposición entre el espíritu y la carne:

En el Nuevo Testamento de acuerdo al Apóstol Pablo en su carta enviada a los Gálatas Cáp. 5, hay una oposición entre el espíritu y la carne. La cual consiste, en ser opuestas las obras de la carne y los frutos del espíritu de Dios. Estos frutos que se manifiestan del espíritu son: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y fortaleza (Gálatas 5: 22-23). No obstante a los frutos del espíritu se oponen las siguientes obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contienda, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas (Gálatas 5:19-21).

En los frutos que son de acuerdo al espíritu de Dios, están implícitos los 9 dones espirituales: palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, sanidades, milagros, profecía, discernimientos de espíritus, diversos géneros de lenguas e interpretación de lenguas. (Corintio capitulo 12). Y hay otras especificidades que deben ser tratadas conforme al espíritu de Dios, como por ejemplo la transportación por medio del espíritu de un lugar a otro y las visiones.

• La lucha del cristiano contra las regiones espirituales de maldad:

Además de la oposición existente entre el espíritu y la carne, hay una lucha del cristiano contra todo lo que el Apóstol Pablo describió como: principados, potestades, los gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12-13;

II. Espiritualidad satánica:

Está relacionada a Satanás y a los demonios, mediante rituales, posesión demoníaca, sacrificios humanos, veneración de imágenes o de ídolos y otros hechos pecaminosos contrarios al bien, que entre otros (pacto con el diablo, lujuria, placer de la carne, consumo de sangre humana y de animales).

La espiritualidad Satánica es tan antigua, que se remonta un poco más de la caída de Satanás y los ángeles malignos (demonios) a la tierra. Y cuya espiritualidad en lo que va desde ese momento hasta la actualidad, ha tenido una gran repercusión destructiva, dañina y mortal en la raza humana a través del pecado e infidelidad a Dios.

Dentro de la espiritualidad satánica se halla incluida, renegación a Dios y una serie de creencias, tales como el espiritismo y todo tipo de devoción contraria a las sagradas escrituras (apostasía, mandamientos de hombres con carácter religioso, falsas doctrinas, hechicería, magia, adoración de imágenes o de ídolos). Los cuales desde la antigüedad hasta el fin de los tiempos, es prohibido y severamente condenado por Dios (Éxodo 20:3-6; Apocalipsis 9: 20-21).

III. Espiritualidad esotérica:

También conocida como espiritismo, es la que se refiere a la adoración, culto y transportación en médium de supuestos espíritus de personas fallecidas, ya sea que se le digan llamarse cortes o entidades espirituales; y la cual es practicada y desarrollada por personas creyentes o dotadas de supuesta fuerza espiritual.

Hoy en día la espiritualidad esotérica se practica en casi todos los países del mundo, y según sea la creencia, se utilizan imágenes, frutas, hiervas, esencias aromáticas, espermas, tabaco, bebida espiritual, brebajes, crucifijos, pólvora, reliquias, jabones de la buena suerte, talismanes, despojos, etcétera.

También se recitan conjuros y en veces se hace el sacrificio de animales en ofrecimientos a los espíritus, para hacer un maleficio o para revertir un trabajo de hechicería.